Bradicardia, ¿por qué mi corazón late lento?

La bradicardia, es decir, una frecuencia cardíaca lenta, no siempre requiere una intervención terapéutica.

La bradicardia es una frecuencia cardíaca por debajo de 50 latidos por minuto, pero es un límite arbitrario. Por motivos fisiológicos, la frecuencia cardíaca puede ser mucho más baja, por ejemplo, en los jóvenes que practican deportes (especialmente deportes de resistencia). Tienen un músculo cardíaco fuerte y entrenado, que expulsa más sangre durante la contracción que otros, por lo que es capaz de garantizar un suministro de sangre óptimo al cuerpo a un pulso más lento, de 30 a 40 latidos por minuto.

Sin embargo, la bradicardia también puede ser patológica, pero no siempre tratada. Depende de la edad, el bienestar y las comorbilidades del paciente. Si alguien trabaja bien con un pulso demasiado lento de acuerdo con los estándares, generalmente solo se lo vigila. Tenemos cada vez más evidencia de que cuanto más lento late el corazón, mayor es la esperanza de vida.

El corazón también se ralentiza por la noche, cuando la demanda de su trabajo disminuye. Este es un fenómeno natural y deseable, cuya ausencia es patología. En personas sanas, la frecuencia cardíaca durante el sueño, incluso por debajo del límite de bradicardia convencional, no tiene consecuencias.

Bradicardia – síntomas

Los síntomas de la bradicardia pueden ser leves al principio y gradualmente volverse severos, o pueden ocurrir repentinamente y ser dramáticos, incluyendo interrupciones en los latidos del corazón. Los síntomas más comunes son:

mareos

manchas delante de los ojos

funcionamiento lento

debilidad

falta de vigor

disminución del rendimiento físico
Sin embargo, también pueden ocurrir desmayos y apagones a corto plazo debido a una deficiencia de oxígeno en el cerebro. Su consecuencia son las caídas, que a menudo provocan lesiones en la cabeza y fracturas de huesos.

Todos estos síntomas son inespecíficos, es decir, pueden atribuirse a muchas enfermedades, por lo que deben considerarse otras causas distintas a la bradicardia. Sin embargo, un síntoma específico es el llamado Incompetencia cronotrópica, es decir, incapacidad para acelerar la frecuencia cardíaca en situaciones en las que debería ocurrir (estrés, ejercicio).

Bradicardia – causas

La causa no siempre radica en el sistema conductor de estímulos. Las causas de la bradicardia pueden incluir:

otras enfermedades del músculo cardíaco

hipertensión

trastornos neurológicos

medicamentos tomados

alteraciones electrolíticas (niveles excesivos de potasio)

hipotiroidismo
Éstas son causas secundarias que suelen corregirse. Los principales se encuentran en el propio sistema de conducción de estímulos. El más común de ellos es la fibrosis del nódulo sinoauricular o las vías de conducción debido al envejecimiento.

El motivo del ritmo lento (a veces también irregular) es también el daño de este sistema como resultado de una infección (por ejemplo, miocarditis  o enfermedad de Lyme), cicatrices en las vías de conducción como consecuencia de un infarto.

La bradicardia también es consecuencia de otra arritmia: la fibrilación auricular paroxística, común en personas mayores de 60 años, que debilita el sistema de conducción de estímulos.

Por esta razón, los ancianos experimentan una aceleración y desaceleración alternas del ritmo cardíaco, llamado síndrome de taquicardia-bradicardia.

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Etiquetas: salud

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