Y de todos los proyectos que apoyamos económicamente mi mujer y yo (Aldeas Infantiles, Vicente Ferrer, Médicos del Mundo, Médicos sin Fronteras, Cruz Roja, Unicef...) a uno de ellos le tengo especial cariño. Es el que se centra en un pequeño (pequeñísimo) pueblo de Costa de Marfil: Bodouakro. En realidad son las personas que lo están llevando a cabo quienes me cautivaron. Cristina Saavedra se encontró con una triste realidad olvidada por los medios y de la que difícilmente se podría salir. A partir de ahí, se metió en el charco, de la mano de Global Humanitaria. Hoy en día, ella y Aidén Calvo, están sosteniendo este fantástico proyecto de ayuda, centrándose sobre todo en la educación de niños y mujeres. Y para intentar acercar la voz de estos peques y sus madres a todos, hemos puesto en marcha la página: bodouakro.org ¿Qué más te hace falta?
Ya, todos tenemos problemas y apreturas económicas, pero realmente es muy poco lo que hay que aportar: 21€/mes por cada niño apadrinado. Tu vida se alterará poco sin esos 21€, pero la de esos niños tendrá un cambio radical. Ya que no hacemos más, al menos ayudemos con una pequeña porción de lo que nos gastamos mes tras mes. Tú te sentirás mejor, pero ellos... ¡no te digo nada!
Asómate un poco más en Bodouakro.org y mientras te lo piensas y no... pues comienza a ayudar. Siempre puedes dejarlo si ves que no puedes. Estos niños algún día serán los adultos que podrán darle la vuelta a la tortilla en África. Hoy, es imposible, pero mañana... depende de nosotros.