Reducir el consumo de alimentos de los que se abusa siempre va a suponer una mejoría en algún aspecto de nuestra salud, e incluso más cuando hablamos de un alimento que está tan presente en la mayoría de nuestras comidas. El azúcar puede resultar perjudicial para nuestra salud cuando la toma de este empieza a resultar en efectos adversos, principalmente el aumento de peso y obesidad.
Los problemas más comunes para la salud que producen la exagerada ingesta de azúcar son:
Enfermedades cardiovasculares
Obesidad y aumento de peso
Caries
Diabetes
Cáncer de páncreas
Aumento de apetito
Hipertensión
Aumento del colesterol
¿Cuándo el consumo de azúcar se vuelve excesivo?
Según establece la SEEN (Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición), no se debe exceder más allá de 25 gramos de azúcar al día. Esta recomendación se hace realmente difícil de cumplir debido a la enorme presencia de azúcar en casi todos los alimentos que ingerimos.Ahora bien, sabiendo todo lo negativo que nos reporta la toma de demasiada glucosa y lo recomendable para nuestro bienestar que sería evitarlo, comentamos algunos de los beneficios que produce bajar los niveles de azúcar de la dieta:
A la vez que se disminuye el consumo de azúcar, se reduce el número de calorías vacías que incorporamos al organismo. El valor energético de este tipo de calorías no es aprovechado por el ser humano y lo único que nos producen es un aumento de peso y, a la larga, problemas graves para nuestra salud.
Tomar azúcar hace que tengamos un mayor apetito por todo tipo de comidas. Si frenamos su consumo, estamos ayudando a que la saciedad aparezca antes. Con tan solo unos días sin tomar azúcar, se apreciará que la saciedad al comer se alcanza antes y que no hay tanto apetito por los alimentos. Cuando se toma en exceso, el cuerpo reacciona con una resistencia mayor a la leptina, frenando su acción. La leptina es un tipo de hormona que se encarga de regular el peso corporal mediante el control del apetito.
Gracias a ciertas investigaciones, se ha comprobado que la frecuente ingesta de alimentos azucarados puede resultar en la pérdida del sentido del gusto. Esto hace que la apreciación de azúcar al saborear un alimento se distorsione y creas que no hay tanta cantidad de azúcar como en realidad hay. Cuando se sigue una dieta baja en azúcar, se recobran los umbrales de percepción de los sabores de la misma forma que cuando se deja de fumar se recupera los sentidos del gusto y del olfato. Quienes disminuyen su consumo son capaces de diferenciar mucho mejor los distintos toques de sabor.
Otro beneficio, del que probablemente ya hayas oído hablar, es sobre cómo se reduce la probabilidad de desarrollar algún tipo de diabetes. Todos sabemos que la exagerada ingesta de alimentos procesados que contienen una considerable cantidad de azúcar deriva en problemas de sobrepeso y obesidad. A su vez, estos originan diabetes de tipo 2. Del mismo modo, se aumenta el riesgo de padecer alta presión y genera niveles altos de colesterol en sangre.
A nivel científico ha sido verificado que una dieta baja en azúcar y también en calorías podría ser uno de las razones de aumentar nuestra esperanza de vida. Asimismo, si esta reducción en las calorías se hace a partir de las calorías vacías del azúcar, hay más motivos para pensar que estamos yendo por el buen camino para nuestro beneficio. En resumen, como ocurre con todo cuando se consume en exceso, el azúcar elevado es dañino. Para frenar su consumo, resulta interesante los beneficios que nos reportará alejar lo máximo posible de nuestra dieta los alimentos que contienen altos porcentajes de glucosa.