Bueno, como ya os dije, hemos llegado a los 150 ml de leche.Empezamos este nuevo camino en enero y parece que va llegando a su fin. Y es que si todo va bien esta semana, el martes que viene será la última subida en el hospital, los 200 ml.
Empezamos con miedo, mucho miedo. No sabíamos cómo iba a reaccionar Adrián. Después de 13 años evitando los lácteos en todas sus versiones, sentíamos mucha incertidumbre sobre cómo iba a reaccionar su cuerpo. Pero una vez más, Adrián nos lo ha puesto muy fácil. A pesar de algunas reacciones leves, unas semanas de empeoramiento de su asma y algún que otro brote de dermatitis atópica, su cuerpo ha reaccionado bien.
Sigue siendo alérgico en análisis, pero ha conseguido llegar muy lejos y creo que también ha influido mucho su edad, el estar preparado, el saber lo que le van a hacer y el estar dispuesto a intentarlo.
Estamos muy orgullosos de él, de todo lo que ha logrado con el esfuerzo diario que hace, con lo que le cuesta tomarse la leche, que no le gusta nada.
Estamos deseando verlo disfrutar este verano probando cosas nuevas y, aunque parezca que aquí acaba todo, ahora nos queda el mantenimiento.
Mantener su dosis cada día para que no pierda la tolerancia. No podrá beber grandes cantidades de leche. Tendremos que controlar la cantidad de productos lácteos que toma, intentando no sobrepasar la dosis de los 200 ml, pero para nosotros ya es un logro y sentimos que hemos ganado.