Lo más importante es diferenciarla de la artrosis, ya que se tiende a confundirlas. Esta última patología afecta al cartílago en lugar de a las articulaciones, y entre sus síntomas no se encuentra la inflamación.
?Una enfermedad de mayores?
La artritis puede afectar a personas de cualquier edad y sexo, ya que tanto el factor de la edad como el del sexo no son determinantes. Es en esta característica de la artritis donde encontramos otra diferencia con la artrosis, una enfermedad que sí es más típica de personas mayores. No obstante, las mujeres de alrededor de 50 años pueden tener más probabilidades, tal y como explica la doctora Ana Ortiz: “el principal paciente de esta patología es una mujer menopáusica, de alrededor de 50 años, pero puede afectar a cualquiera, desde un bebé a un anciano de 80 años”.
No tiene cura, pero sí tratamiento
La artritis todavía no tiene cura porque se desconoce su causa. Sin embargo, la doctora Ortiz es alentadora frente a esta situación al aclarar que “el tratamiento que existe actualmente permite al paciente que haga una vida perfectamente normal”. Esta enfermedad tiene un componente genético importante, por lo que las personas con antecedentes familiares de la enfermedad tienen más probabilidades de padecerla. Lo más importante es acudir al traumatólogo si se presentan dolores, “cuanto antes se empiece el tratamiento, mejor será la evolución”, insiste Ortiz.
Una vez diagnosticada la enfermedad, será el médico el que dicte las recomendaciones a seguir en cada caso. En los periodos de inflamación, se desaconsejan los ejercicios pero en las etapas en las que ya no ha inflamación, la doctora aconseja “aprovechar para hacer ejercicio y mantener la movilidad de las articulaciones”.
La investigación permite mejorar el tratamiento
Décadas de investigación no han permitido conocer la causa de esta enfermedad, sin embargo, la experta asegura que “cualquier tipo de investigación es bienvenida porque, aunque la causa última no se conozca, se ha avanzado mucho en el conocimiento de los mecanismos que provocan la enfermedad y eso nos ayuda a tratarla mucho mejor”.Otro aspecto que no ha permitido, todavía, conocer las líneas de investigación, es la influencia de algunos alimentos en el tratamiento de la enfermedad, según explica la Ortiz, “lo único que solemos recomendar es una dieta sana. Igual que para otras cosas, como podría ser la osteoporosis, hay que tener una dieta rica en calcio. Pero en sí no hay nada ni que la provoque ni que la evite”.
Sea como sea, la investigación ha permitido desarrollar una serie de tratamientos que se han podido desarrollar gracias a un mayor conocimiento de la enfermedad.
Agradecimientos a la doctora Ana Ortiz, miembro de la Sociedad Española de Reumatología.