Aprenderás que el posicionamiento pélvico tiene un impacto en la posición de la cabeza, por lo que si el cuello está rígido, un mejor posicionamiento de la pelvis puede resolver esta rigidez, ya que alienta al cuello a organizarse de manera diferente. Esto también se aplica a toda la columna vertebral y el tórax, e incluso a los pies y la alineación general de las piernas. La movilidad de las caderas y los hombros también juega un papel importante. Todas estas partes del cuerpo, cuando se usan de manera óptima, pueden ayudar a sostener mejor el cuello, permitiendo que sus músculos liberen su tensión. Esto significa que las funciones de subir y bajar la cabeza, girarla, inclinarla hacia los lados, se mejoraran al eliminar la tensión en él y en los músculos que se encuentran la espalda baja.
Entenderás estas conexiones a través de la experiencia.
El proceso de aprendizaje es un proceso que conduce a una mayor conciencia a través del movimiento. Gracias al Método Feldenkrais®, descubrirás nuevas posibilidades y podrás eliminar gradualmente los viejos hábitos.
A través de los talleres intensivos y las clases grupales presenciales y online podrás exclamar:
¡Qué agradable es vivir sin dolor y sentir una gran libertad de movimiento en todo el cuerpo! ¡Qué bueno es tener muchas opciones diferentes de movimiento y poder elegir la mejor en cada situación!
Fuente: este post proviene de Blog de Esther Niego Palatchi, donde puedes consultar el contenido original.
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