Si tú puedes soportar las emociones parecidas a las de una montaña rusa que te provoca la dieta durante las primeras semanas, entonces comenzarás a experimentar los beneficios de comer los alimentos necesarios en las porciones adecuadas. Tú tendrás un incremento de energía y enfoque, y buen rendimiento en los ejercicios; y, por supuesto, perderás peso.
No obstante, son pocas las personas que salen adelante esas pocas semanas de dieta.
Para aumentar tus probabilidades éxito, tú tienes que entender una cosa muy importante: Aunque tú estás haciéndole un favor a tu salud a través de una dieta, tu organismo lo interpreta como un estrés—y entonces él pelea de forma muy sorprendente y muy lógica.
Cuando tu organismo no está obteniendo los calorías a las que estaba acostumbrado, él baja tu metabolismo para conservar las calorías. Pero, aun cuando baje el metabolismo, tú todavía necesitas combustible. El punto de esta dieta es tomar para sí unas pocas calorías, pero hacer de ellas las mejores calorías posibles.
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Aquí los 4 obstáculos para tener una dieta exitosa.
Fase 1 de la dieta: La Gota Inicial
La pérdida de peso realística para una persona es de 0.5-1.0 por cien del peso total del cuerpo por semana, o sea 1-2 libras para una persona de 200 libras. Rebajar peso más rápido que esto te coloca en el riesgo de perder musculatura y ponerte a comer de manera compulsiva.
Sin embargo durante los primeros 5-7 días de la dieta — y solamente entonces — tú podrías perder más peso corporal que la cantidad recomendada. No es muy común que una persona de 200 libras pierda 4-8 libras durante los primeros pocos días.
Esto sucede por algunas cuantas razones. Primero, ya tú no estás comiendo ese alimento chatarra todo el día. Esos dulcitos, barras de merienda, y helados que tenían esos lugares prominentes antes de tus comidas de dieta están fuera del menú ahora, reemplazadas con opciones de sanas y bajas calorías.
Segundo, probablemente estás comiendo menos carbohidratos ahora. No significa esto solamente que estás tomando menos calorías, sino que también estás botando peso de agua. Por cada gramo de carbohidrato almacenado en tus músculos como el glicógeno, también tienes almacenado 3-4 gramos de agua. Por lo tanto, al comer menos carbohidratos, también estás perdiendo ese peso en agua.
Justo dentro de pocas semanas, la romana dejará de darte esas maravillosas noticias, por lo tanto disfrútalas mientras puedas.
Fase 2 de la dieta: El Plateau
En esta fase, tu pérdida de peso se hará más lenta, con toda probabilidad. Tu cuerpo está bajo estrés ahora. Él no está recibiendo las calorías a las que estuvo acostumbrado al crecer, por lo tanto está regulando hacia abajo el proceso cotidiano para conservar la energía. En otras palabras, el total de calorías por las que tu cuerpo luchó para operar al inicio de su dieta se ha convertido ahora en su nueva norma. Tu cuerpo se ha adaptado a su nueva dieta.
Fase 3: El Punto de Inclinación
Esta es la fase cuando las personas resbalan. Sus cuerpos están aprendiendo a vivir con pocas calorías, pero aún se sienten con hambre y cansados. De hecho, en este punto, muchas personas se sienten con más hambre y más casados de lo que estuvieron cuando ellos empezaron la dieta.
Este es un momento muy difícil para cualquier persona. Tú has recortado tus calorías, pero no estás perdiendo nada de peso. Llegado a este punto tú puedes ir en cualquiera de estas dos direcciones: profundizar más en tu dieta o ir de nuevo a tus dulcitos y tortas. Si tú eliges el primero, tú estás en la minoría.
Fase 4 de la dieta: Los Ajustes
Si tú quieres volver a empezar a perder peso de nuevo, tú tienes que regresar a un déficit calórico reduciendo tus calorías aún más, y aumentando tus ejercicios, ambos.
Si tú optas por reducir calorías, rebaja tu objetivo de ingesta diaria en un 10-20 por cien. Es decir, si tú estás consumiendo 1.800 calorías por día, rebaja 180-360 calorías adicionales.
Alternativamente, reduce tus calorías mientras continuas comiendo lo de costumbre, a la vez que te ejercitas en la cinta de correr, la elíptica, o cualquier pieza de equipo que estimule la pérdida de calorías. El objetivo aquí es realizar rutinas de ejercicios intensos bajos o moderados hasta que consigas la cifra de reducción calórica deseada. Cuanto tiempo toma esto depende del tipo y forma física en que se encuentre tu cuerpo.
Cualquier manera que escojas, tú continuarás sintiendo hambre. Trata de beber más agua y comer más vegetales para alcanzar una sensación de estar lleno. Porque cuando tu cerebro siente que tu estómago está lleno, deja de fastidiarte enviándote señales de que tienes hambre.
El Tiempo Perfecto Para Comenzar Una Dieta
Lo lamento, esto es un chiste; no existe un momento perfecto para comenzar una dieta. Date a ti mismo un día o dos para organizarte, selecciona los alimentos que necesitas, y dile adiós a tu hamburguesa doble con queso y tocineta, y un batido de helado de chocolate.
Entonces el momento de pegar un buen salto con ambos pies.
Y cuando es normal darte a tí mismo un poco de flexibilidad, es una buena idea mantenerte en la línea recta y estrecha durante el primer par de semanas, por lo menos. Una vez que te sientas confiado de que tú cumples con la dieta, tú puedes experimentar y encontrar otras maneras de conseguir los nutrientes que necesitas.
Referencias
Kreitzman, S. N., Coxon, A. Y., & Szaz, K. F. (1992). Glycogen storage: illusions of easy weight loss, excessive weight regain, and distortions in estimates of body composition. The American journal of clinical nutrition,56(1), 292S-293S.
Fuente: Bodybuilding.com
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