Seguro que en algún momento de tu vida o incluso hay personas que con continuidad, habrás experimentado estrés, la ansiedad, una u otra dolencia física que se refleja en manifestaciones de que algo no está funcionando bien en tu organismo.
Sin embargo, todo esto puede cambiar y mejorar, es cuestión de plantearse ciertos cambios en nuestra vida, inclinándolos a hábitos más saludables, poco a poco y de forma progresiva, para interiorizarlo y que formen parte de tu día a día.
Te enumeramos tan solo 4 cambios que pueden suponer un antes y un después en tu calidad de via.
4 hábitos saludables para tu vida
1. Pensamiento positivo
El mejor y más importante.
Pensar de forma positiva es fundamental, debemos sentir que estamos bien y creerlo firmemente.
La mente es una herramienta esencial en este proceso. Llénate de pensamientos positivos, de alegría, sonríe más y busca las principales razones que te harán mantener ese pensamiento.
Por ejemplo, cuando te duela algo, piensa en todo lo que no te duele , si estás triste por una situación difícil, piensa en todo lo positivo que hay en tu vida, etc., debemos intentar darle más importancia a lo bueno que a lo malo, realmente está en ti ese poder.
2. Duerme bien
Indudablemente el buen sueño, el sueño reparador, es una herramienta infalible si deseas mejorar tu calidad de vida.
Si no duermes bien, eso significa que tu cuerpo no recuperará y no descansarás, entonces comenzarás el día con fatiga, mal humor, desánimo y desmotivación.
Practica rituales de sueño, es decir, busca algo que te relaje, lee un libro, mira una serie que no te de sobresaltos, escucha música relajante, etc., evita realizar actividades que te activen tales como hacer ejercicio muy intenso, revisar redes sociales, ingerir alimentos pesados, etc.
3. Salud y ejercicio
Acude al médico periódicamente para estar al tanto en tu bienestar y salud.
Los exámenes de control son muy recomendables para evitar complicaciones posteriores.
Recuerda cuando sientes dolor, esa es la forma en la que tu cuerpo intenta comunicarte algo.
Además del control médico, recuerda practicar ejercicio físico de forma habitual, una buena rutina de ejercicio adecuados para ti, será clave para evitar dolores, lesiones, mantener el estrés y la ansiedad a raya, etc.
Cualquier actividad física que te guste te irá fenomenal: natación, pilates, fitness, yoga, paddle, baloncesto, etc., lo importante es que disfrutes y te haga moverte, eso sí, con cuidado, calentando y recuperando adecuadamente para evitar sustos.
4. Cuida tu dieta
Consume alimentos saludables como frutas, verduras, fibra, agua, proteínas.
Intenta identificar qué le hace daño a tu cuerpo y evita consumirlo. Sustituye esos alimentos por comidas sanas y nutritivas que tu cuerpo asimile y disfrute.
Recuerda que “somos lo que comemos”. Todo lo que ingieres pasará a formar parte de ti, tómatelo en serio y, aunque por supuesto se puede “pecar” de vez en cuando, debes mantener una alimentación equilibrada y saludable durante toda tu vida.
Tener hábitos saludables depende de ti. “Ahora” puede ser el momento ideal para empezar a practicarlos.
Fuente: este post proviene de Salud y Ejercicio Físico, donde puedes consultar el contenido original.
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