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Todos hemos sufrido alguna vez de afonía.
La afonía o disfonia es una alteración en la vibración de las cuerdas vocales que nos impide articular palabras (aunque no sonidos).
Pero, ¿qué puede provocar la aparición de la afonía?
- Algún virus.
- El consumo de tabaco y alcohol de forma habitual.
- Respirar en ambientes secos o con humo.
- Aumentar el tono y el volumen de la voz de forma continuada.
- Problemas de estómago como el reflujo gastroesofágico que irrita las cuerdas vocales.
- Algunos medicamentos como los antihistamínicos, los antidepresivos o los estrógenos.
- Cambios bruscos de temperatura.
- El estrés, ya que en ese estado tendemos a alzar la voz y a sudar más, y la ansiedad.
- Dormir menos horas de las necesarias o el cansancio crónico.
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Por supuesto, si se trata de una afonía crónica estas causas son distintas. Tuberculosis, parálisis de una de las cuerdas vocales o determinados trastornos hormonales están entre ellas.
Lo mejor para curar casos de afonías comunes y ocasionales es descansar la voz y cuidar la hidratación. Si los problemas persisten más de quince días será necesario visitar a un especialista para que nos ayuda a tratarla de una forma correcta y más eficaz.
Para evitar su aparición, lo ideal es calentar la voz y prepararla unos minutos si tenemos pensado dar una charla, un recital o algo parecido para, además, prevenir posibles lesiones de las cuerdas vocales. Igualmente será recomendable una postura correcta a la hora de realizar dichos ejercicios de calentamiento para así permitir al abdomen y al diafragma ayudar en la saluda del aire, evitando forzar todo el sistema vocal.
Existen algunos remedios caseros que pueden ayudarnos a tratarla, hacer gárgaras es el más usado de todos pero, ¿con qué debemos hacerlo para que sea eficaz?
- Agua salada.
- Agua mezclada con zumo de limón y miel.
- Infusión de hierbas como el erísimo y la agrimonia.
¿Qué otros remedios o consejos conoces?
Fuente: Saber Vivir