La depresión es una enfermedad de mucha gravedad, y es más usual de lo que parece. Ésta puede afectar tanto a nivel físico como a nivel mental por lo que puede influir en la forma en la que se piensa y se siente. La depresión puede conllevar a las personas a que se alejen de sus amigos, familia, lugar de trabajo o sitio de estudio. Inclusive, puede generar otros síntomas tales como la ansiedad, dificultad para dormir, poco interés para llevar a cabo diversas actividades.
La mayoría de las personas hemos experimentado por lo menos una vez una tristeza de gran intensidad, y esto es completamente normal; lo que no es normal es sentirse triste continuamente por un tiempo mayor de dos semanas, ya que estos casos se debe optar por buscar ayuda. Por lo tanto sentirse triste es normal, pero la depresión no lo es.
La depresión se trata de un trastorno en el cerebro y puede ser causada por diversos motivos, en donde se incluyen los factores biológicos, genéticos, psicológicos y ambientales. Todas las personas de todas las edades pueden sufrir de depresión, aunque por lo general es más común que empiece en los jóvenes o adultos jóvenes, además es mucho más usual que la padezcan las mujeres que los hombres.
Síntomas de la depresión
Son muchos los síntomas de la depresión, no obstante, cada persona manifiesta síntomas distintos, ya que mientras hay individuos que solo presentan pocos síntomas, hay otros que presentan muchos. Los síntomas más usuales de la depresión son los siguientes:
El síntoma principal es la tristeza, aunque este tipo de tristeza es diferente a las experimentadas normalmente, ya que presenta estas características: es de una mayor intensidad de lo que se esperaba para la circunstancia por la que está pasando la persona, el individuo manifiesta que es una tristeza distinta a las que ha tenido en experiencias pasadas, además de que está más propenso a perder el control y se le complica el hecho de motivarse.
Movimientos lentos, poca gesticulación en el rostro y en el cuerpo, humor irritable, sensación de cansancio, llorar con facilidad, miedo a tomar decisiones, disminución del apetito.
*Dificultad para dormir, aunque esto suele pasar sobre todo en las depresiones de mucha gravedad. Lo que sucede es que las personas logran dormir adecuadamente en las primeras horas pero luego se despierta y no logra dormirse de nuevo.
Se les hace difícil pensar, aunque esto no es algo que ocurre solo en la depresión sino que también sucede en otros tipos de enfermedades. Por ejemplo, los adultos mayores que presentan la dificultad para pensar que es característica de la depresión, por lo general la diagnostican erróneamente como demencia.
Dolores de cabeza, dolor general, problemas estomacales.
Tener una mente pesimista, se incrementa la sensación de culpa por acciones realizadas en el pasado. Hay casos en los que esos pensamientos pesimistas llegan hasta un extremo tornándose hasta ilógicos.
Pensamientos que tienen relación la muerte, tales como creer que se estaría mejor estando muerto, inclusive hasta pueden llegar a tener pensamientos suicidas.
El yoga para autocontrol
Comprender por qué el yoga para autocontrol es una buena opción para combatir la depresión y puede ser un poco complicado; ya que cuando las personas están deprimidas no tienen ánimos de hacer prácticamente nada, no obstante, practicar yoga puede resultar muy beneficioso para las personas depresivas.La práctica del yoga para autocontrol va mucho más allá de los beneficios que puede aportar físicamente, dado a que de igual manera beneficia a la mente y al espíritu. Practicar esta disciplina facilita que la persona pueda conocerse mejor en los distintos ámbitos (mental y corporal), asimismo posibilita hasta la exploración de lo más profundo del ser; y esto es posible con la realización de posturas y la respiración.
Con el yoga para autocontrol se puede lograr una armonía en las ideas, manera de comportarse, en la memoria, los sistemas del cuerpo y en el ánimo; por lo tanto se puede sentir una gran paz cuando se logra una conexión entre todo lo mencionado.
Inclusive, con el yoga se pueden regular los niveles de dopamina y serotonina, incrementa el flujo de la sangre y en el cerebro y permite la liberación de endorfinas. Todo es junto ayuda a mejorar el estado de ánimo naturalmente.
El yoga para autocontrol ayuda a relajarte y a sentirte tranquila, contrarresta el estrés y la ansiedad para que se facilite encontrar la paz en las emociones y en la mente.
Asanas para disminuir la depresión
Balasana: También conocida como la posición del niño, es una postura del yoga contra la depresión que puede brindarte mucha tranquilidad; puedes sacarle el máximo provecho al silencio del ambiente para realizar esta asana que es muy sencilla de ejecutar, lo único que deberás hacer es sentarte en una superficie que sea cómoda y luego inclinas tu cuerpo hacia adelante.
Janu Sirsasana: Para llevar a cabo esta postura tienes que sentarte en el piso, flexionar la pierna izquierda de manera lateral, aproximar el talón al perineo. Cuando coloques el pie, el empeine debe tocar el piso y la planta del pie presionar el muslo derecho. Posteriormente, tienes que inspirar y elevar los brazos por arriba de tu cabeza y teniendo las manos juntas, ahora debes espirar y cuando lo hagas te inclinas hacia el frente y bajas los brazos. Si se te hace posible, agarra los dedos de los pies de la pierna derecha, de lo contrario agarra tu tobillo. Cuando estés en esta posición, baja tu cabeza y conserva la posición por 30 segundos, luego la repites pero con la pierna contraria.
Setu Bandha Sarvangasana: Es ideal para combatir a la depresión, esta postura igualmente es conocida como postura del puente por el hecho de que al ejecutarla las piernas, las caderas y la espalda se elevan para hacer una forma similar a la de un puente. Para poder realizar esta postura tienes que acostarte, estiras los brazos manteniéndolos cerca del cuerpo. Luego, doblas las rodillas y apoyas las plantas de los pies en el piso, manteniendo una distancia de aproximadamente 30 cm. entre ellos. Posteriormente, sujetas tus tobillos con las manos e inspiras, de manera progresiva elevas las caderas y la espalda del suelo. Cuando la espalda ya se encuentre levantada, tienes que arquear la columna para que puedas elevar más las caderas. Esta postura tienes que conservarla por 30 segundos.
Fuente: este post proviene de Yoga para principiantes, donde puedes consultar el contenido original.
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