No reaccionas, no sabes qué decir. TRANQUILA. Respira, y, si quieres, te dejo algunos consejos que quizá te sirvan.
1º.- ABRAZAR. Lo se, estoy muy pesadita con los abrazos, pero te aseguro que quedar con un amigo para desahogarte y que te reciban con un abrazo actúa mejor que cualquier medicina. Si necesita llorar, que llore. Si se retira rápid0, respétalo.
2º.- DEJA HABLAR. Para eso habéis quedado, no? Pues deja que hable, que llore, que rabie, que ría de los nervios…Una mirada directa y una sonrisa al otro lado es más que suficiente. Interviene sólo cuando haya silencios incómodos o cuando te pidan que lo hagas.
3º.- OFRÉCETE.- Siempre escuchamos eso de “llámame”, o “estoy aquí para lo que necesites”. En el caso de tu amigo enfermo, es mucho más efectivo un ofrecimiento concreto: llevar a los niños al cole, encargarte de llevar la compra a casa, llevarle a las sesiones cuando nadie más pueda…Es tu amigo, conoces a la perfección su vida y sus necesidades, y por eso, nadie mejor que tú sabe en qué le podrás ser útil.
4º.- EMPATIZA.- Para saber lo que pasa por su cabeza deberías estar sufriendo el mismo estrés que tu amigo en este justo momento. No juzgues, porque no sabes cómo actuarías tú. Un diagnóstico de cáncer bloquea tanto que podemos tener reacciones disparatadas. Yo recuerdo aquel día de risas y llantos descontrolados, todo a la vez.
5º.- SIMPLEMENTE, QUÉDATE A SU LADO. Delante de un café, al otro lado de la línea telefónica, mandando tonterías a su whatsapp mientras está enganchado a un gotero de quimio….a mí una personita me mandó el sonido de las olas del mar en unas de mis sesiones y nunca lo olvido. Como véis, no hay que ser superhéroes, tan sólo vestirse la capa y pintarse las ganas.
Si te quedas con más ganas de saber cómo ayudar, envía un correo a la Fundación Más que Ideas amorycancer@fundacionmasqueideas.org, donde os facilitarán el libro EN EL AMOR Y EN EL CÁNCER, hecho de abrazos, ofrecimientos, empatía y amor, mucho amor.
Os leo!!