El arcoíris, más allá de lo estético o hermoso, tiene un sentido y un significado enlazado con la humanidad y el Dios de los cielos.
Según el contexto bíblico o historia hebrea, 1565 años después de haber sido creada la humanidad, esta llegó a un punto de corrupción de tal manera que su fin ya estaba decretado por Dios, esto sin dejar de advertírselos previamente. Fue enviado el Diluvio, el cual anegó toda la tierra y todo ser viviente que no entró al Arca de Noé, murió.
Después del Diluvio, Dios dolido por la perdición del hombre, transformó el entorno en el cual iba a desarrollarse otra vez la humanidad e hizo pacto con ella, entonces prometió a Noe que el arco iris serviría de señal para recordar que no habrá más diluvio de aguas para destruir toda carne (Génesis 9:9-17): “Y dijo Dios: Esta es la señal del pacto que yo establezco entre mí y vosotros y todo ser viviente que está con vosotros, por siglos perpetuos: Mi arco he puesto en las nubes, el cual será por señal del pacto entre mí y la tierra. Y sucederá que cuando haga venir nubes sobre la tierra, se dejará ver entonces mi arco en las nubes. Y me acordaré del pacto mío, que hay entre mí y vosotros y todo ser viviente de toda carne; y no habrá más diluvio de aguas para destruir toda carne”.
Cada vez que vemos en nuestro cielo reflejarse un arcoíris, Dios nos está recordando su promesa que nunca más volverá a destruir la tierra con ningún Diluvio.
Varios rabinos señalan que el arco iris está en forma invertida hacia la tierra, como cuando un guerrero baja su arco al dejarlo de usar, lo cual simboliza paz, entonces el arcoíris refleja la paz que nos transmite la promesa de Dios para con los hombres.
Pero no solamente encontramos en el contexto bíblico la historia del arcoirirs en el Génesis, también el profeta Ezequiel (1:28) nos hace una referencia bastante interesante: “Y vi una apariencia como de bronce refulgente, como una apariencia de un fuego dentro de ella en derredor, desde la parte de sus caderas hacia arriba; y desde sus caderas hacia abajo, vi que parecía como fuego y que tenía un resplandor alrededor. Como el aspecto del arco iris que está en las nubes en día de lluvia, así era el aspecto del resplandor alrededor”.
En otras palabras, ese arcoirirs que aparece en el firmamento después de cada lluvia, así es el aspecto del resplandor de la Gloria de Dios, y no es que nada más haga alusión a lo hermoso que pueda ser sino entendiendo de que la luz (y sepamos que el arcoíris es el reflejo de los rayos de luz que atraviesan gotas de agua suspendidas en el aire) no puede ser negada a pesar de no ser una sustancia material, así tampoco podemos poner en duda la real existencia de Dios, quien tampoco se puede describir como una materia, pero también enigmático e insondable para el raciocinio humano.
Según la sicología, los colores influyen en el individuo provocando una reacción, los colores del arco iris son siete, que corren desde el rojo hasta el violeta, representan la gama de las emociones, caracteres y conductas que pueda tener la humanidad. Entonces, Dios se manifiesta y vincula con su creación a pesar de lo variada que sea y por la gamas de emociones que esta pueda vivir cada día, Dios es fiel a su promesa.
Citas: Biblia Reina Valera, 1960.
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