Vamos a intentar comprender en este post, cómo reacciona nuestro organismo ante la mordedura de una serpiente venenosa.
Empezaremos por comentar que las serpientes son unos reptiles de cuerpo alargado, generalmente cilíndrico, aunque también existen otros tipos de serpientes como las marinas o arborícolas.
Las serpientes no tienen patas, pero algunas como las boas y las pitones, les quedan los restos de haber tenido patas en la base de sus colas.
El veneno de las serpientes es una sustancia viscosa de un color que oscila desde el transparente hasta el amarillo, está formado por enzimas, proteínas y políperos no enzimáticos.
Realmente el veneno de serpiente no es más que saliva modificada con sustancias toxicas.
El aparato que fabrica el veneno está compuesto por unas glándulas que lo sintetizan, un sistema de inyección y unos colmillos perforados interiormente a través de los cuales introduce el veneno en la presa al ser mordida.
Estas glándulas que sintetizan las zootoxinas, son similares a la glándula salival parótida de otros animales vertebrados, que están situadas a cada lado de la cabeza, detrás y debajo de cada ojo.
El veneno es utilizado para inmovilizar a sus presas, actuando este como un enzima, como activador o inhibidor enzimático, o también como bloqueador de las células, desequilibrando el sistema biológico de la presa.
El veneno suele atacar básicamente la sangre, el aparato cardiovascular, el sistema neuromuscular y el sistema respiratorio.
Las sustancias que generan las reacciones del veneno en la presa de la serpiente son: hemolisinas, citolisinas, cardiotoxinas y neurotoxinas.
Las proteínas contenidas en el veneno, son las responsables de los efectos tóxicos y letales del veneno, cuya misión es inmovilizar las presas, las enzimas del veneno ayudan a la digestión de la presa.
En el año 1.843, Charles Lucien Bonaparte, fue el primero en descubrir la naturaleza proteica del veneno de serpiente.
El veneno de serpiente provoca una curiosa reacción en la sangre una vez extraído el veneno de una serpiente una simple sola gota de este veneno, en unos pocos segundos transforma la sangre en un trozo de materia sólida, podéis observar este efecto en el siguiente vídeo.
Las serpientes más grandes no son las más peligrosas, el peligro de una serpiente depende del tipo de veneno que poseen, de la cantidad de veneno que liberan y el tiempo de reacción en el organismo de su presa.
En América habita la jaracacá amarilla (Bothops atrox), la cual es altamente letal en personas a causa de su veneno, la vivora de Rusell (Vipera Russellii) tiene un veneno menos potente que la jaracacá, pero a pesar de ello produce un mayor número de víctimas, a causa de contener un coagulante que daña tejidos y células.
La serpiente considerada las más venenosa del mundo, es la serpiente Taipan del interior.