Para muchos jóvenes la dependencia de las gafas limita su modo de vida y sus actividades, en especial las deportivas. Las lentillas CRT son la mejor alternativa para niños y adolescentes que no pueden someterse a la cirugía refractiva (recomendada para mayores de 21 años) y para aquellas personas que no quieren o no pueden operarse, pero que desean llevar a cabo actividades lúdicas y deportivas con total libertad.
La Terapia Corneal Refractiva, también llamada CRT, es una técnica novedosa introducida en España en 2004, que permite moldear la córnea mientras el ojo duerme. Cuenta con la aprobación FDA desde Junio de 2002 y la certificación CE desde inicios de 2004.
Lentes de contacto convencionales vs lentes CRT
La diferencia principal con las lentes de contacto tradicionales es su forma. Mientras que las convencionales suelen tener curvas esféricas, las CRT son rígidas, de alta permeabilidad y se integran como una curva sigmoidal con el fin de modificar el contorno corneal para compensar o corregir temporalmente el error refractivo. Ambas son fáciles de poner y de quitar y en cuanto a limpieza, los cuidados son idénticos. Las CRT deben ser sustituidas como mínimo una vez al año, aunque un mal uso obligará a una sustitución anticipada.
Las CRT son válidas para niños y adultos con un rango de miopía de hasta 6 dioptrías con o sin astigmatismo hasta -1,75 dioptrías, de momento la hipermetropía no ves corregible con CRT. Su funcionamiento es sencillo, el paciente se pone estas lentillas al acostarse, se las quita cuando se despierta y durante el día disfruta de una visión nítida y natural siendo capaz de realizar sus actividades diarias sin necesidad de utilizar gafas u otras lentes de contacto. Estas lentes, en principio, pueden tratar pacientes con ojo seco ya que solo se usan mientras duermes y el estado cerrado del ojo reduce al mínimo la pérdida de lágrima.
Efectividad
La mayor efectividad de estas lentes se obtiene después de unos días, "cuantas más dioptrías, más tarda en adaptarse la córnea en un rango que va desde unos días a dos semanas. A partir de ese tiempo el efecto, aunque es variable en cada persona, llega a durar hasta 72 horas, por lo que si una noche no se utiliza por cualquier motivo, puede tener la seguridad de que al día siguiente va a poder ver sin recurrir a las lentes o gafas", según señala el doctor Villa Collar en su artículo “La ortoqueratología llena un hueco importante en los tratamientos refractivos” publicado en Gaceta Óptica.
Durante el período de adaptación, que dura aproximadamente los primeros 15 días, deben usarse para dormir durante al menos 6-8 horas. Pasado dicho período hay que ponérselas cada noche, sin preocuparnos de la duración del sueño. Asimismo, es conveniente realizar una revisión después de dormir una noche con las lentillas, y una vez hechos los seguimientos normales es recomendable realizar la revisión cada seis meses.
La aplicación de esta técnica nocturna es efectiva para la reducción de la miopía y ha sido declarada eficaz en el retraso de la progresión de la miopía en niños. Ha supuesto un considerable avance ofreciendo una opción totalmente diferente a los métodos tradicionales como el láser y ampliando la franja de edad de su uso proporcionando mayor comodidad sobre todo a los jóvenes y niños que pueden utilizarlas a partir de los 3 años.
Agradecimientos: Clínica Oftalmológica Novosión (Clinicasnovovision.org)
Imágenes (por orden de aparición): re_/Flickr, notsogoodphotography/Flickr y Betsssssy/Flickr.