– Ey Martin estoy desmotivado porque este año no he cumplido mi objetivo, ¿tienes alguna técnica para poder cumplirlo?
– Antes de hablar de técnica o no técnica, te pregunto ¿crees que tenías bien claro cuál era tu objetivo?
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Si eres de los que podría dar este tipo de respuesta, atento con las siete normas indispensables para preparar tu objetivo. De esta manera es como trabajaríamos juntos.
Antes de contarte estas 7 normas, es importante que sepas que dentro de tu objetivo tenemos que diferenciar el resultado (que quieres conseguir) y el proceso (como lo realizarás), estas dos partes son las que tendremos en cuenta en un proceso de coaching.
1 – Manifiéstalo en positivo (resultado)
“No quiero ponerme nervioso en un torneo”, me explico, ¿verdad? Si lo declaras en negativo tus pensamientos y tu energía estarán en “ponerte nervioso”. Tranquilo, esto pasa casi siempre. Ves algo que no te gusta y tratas de alejarte de ello. Entonces mejor declararlo así: “quiero estar centrado y enfocado en las competiciones”. Imagina armar una lista de música para entrenar con las canciones que no quieres. Suena loco, ¿no es cierto?
2 – Concreto (resultado)
Si hablas de algo material, puede ser sencillo. Pero si es abstracto como el enfoque y la concentración, es recomendable incluir la forma en la que te quieres ver, sentir y oír. Así podrás saber si estás, o no, en buena línea.
3 – Checkpoints/hitos (proceso)
Si seguimos hablando de “estar centrado y enfocado en un torneo”, es importante que tengas pruebas en el camino para reconocer si estas en la dirección correcta. Incluye el factor tiempo. Revisa cómo te sientes cada un determinado tiempo y así podrás saber cómo te acercas al final.
4 – Herramientas (proceso)
Te ayudará tener una lista de todas las herramientas que tienes y cuales te hacen falta para poder recorrer el camino con seguridad. Saber cuáles son tus recursos te dará la confianza y la posibilidad de entender que no te hace falta nada extra para alcanzar el objetivo. De esta manera sabrás que el resultado final depende sólo de ti.
5 – Se tú el que de el primer paso (proceso)
Aunque en un proceso de coaching el coach te acompañe a marcar objetivos, no será el quien lo haga por ti. Una manera de darte cuenta de este punto es tu manera de hablar, “el juez me puso nervioso” o “me he puesto nervioso cuando fallé”, ¿notas la diferencia? Pon atención a tu lenguaje y te darás cuenta en qué posición estás. O te haces dueño de tus acciones o tendrás que esperar a que el “universo” este de tu lado. ¿Eres víctima o protagonista?
6 – Impacto (proceso – resultado)
No estás solo, sabes que para alcanzar un resultado la gente que tengas alrededor influirá en él. Por eso te invito a que seas consciente y determines todo lo que traerá en tu vida este objetivo, saberlo te dará una visión a la hora de determinarlo. Pregúntate, ¿merece la pena?, ¿hay alguien que salga beneficiado a parte de mí?, ¿y perjudicado?.
¿Estás dispuesto a pagar el “precio”? Ten en cuenta que muchas veces no se trata sólo de dinero.
7 – El famoso PLAN DE ACCIÓN
Aquí está la diferencia entre un sueño y un resultado concreto. Es importante que tu objetivo sea desafiante pero real, temporal pero no eterno, concreto pero no perfecto. Tu plan de acción tiene que ser una guía que cuando lo veas te motive a saber que vas por el camino correcto.
Y lo fundamental de todo, tu objetivo tiene que estar inundado de tus valores, serán ellos los que te saquen de la cama y te lleven al box. Imagino que te preguntas, ¿cuáles son mis valores? Bien, buena pregunta. Cada uno tiene los suyos, y es aquello que más te importa en tu vida. Están en el centro de ella y a través de ellos te mueves. Si no sabes o te cuesta reconocer cuales son los tuyos para crear tu objetivo, quizás un coach deportivo te ayude.