Un paradigma es un concepto a través del cual vemos diferentes aspectos de la realidad. Tenemos paradigmas para casi todo lo que hacemos, pensamos, sentimos y proyectamos.
Por ejemplo, un paradigma puede ser: “Lo más importante en la vida es el dinero”. Si bien hay muchas personas que creen firmemente en este concepto hay otras personas que no pensarían igual. Esta es una de las características de los paradigmas: nunca pueden ser completos o absolutos con relación a la totalidad de las experiencias de todas las personas.
Por un lado, los paradigmas tienen la ventaja que nos permiten entendernos entre personas en términos comunes, pero por otro lado tienen la gran desventaja de convertirse en vendas sobre los ojos que no impiden ver otras posibilidades. Para quien cree que el dinero es lo más importante le será difícil, sino imposible, aceptar que haya personas para las cuales no es ni siquiera importante.
Si se trata de imponer un paradigma sobre el otro, una de las posibles consecuencias será la violencia. Los paradigmas se rompen por los grandes cambios sociales, pero también como un proceso personal de revisión. Es necesario romper con los paradigmas que nos impiden conseguir nuestros objetivos y que pueden ser dañinos para nosotros mismos y la comunidad. Pero para ello es necesario reconocerlos y saber que en algunas situaciones de la vida si no cambiamos voluntariamente y por nuestra propia iniciativa, muchos cambios nos cambiarán a la fuerza.
El verdadero problema no son los problemas que a diario se presentan, inevitables por otra parte, sino la incapacidad de dar respuesta a los mismos, por pretender que ciertas soluciones, que pueden ser excelentes en otras circunstancias, sirvan para superar un conflicto del que no se ha llegado a dilucidar su origen. Es como si un médico recetara buenas medicinas, pero equivocadas porque no responden a la enfermedad del paciente.
Hace un poco más de un siglo los científicos de la época dijeron que el hombre nunca sería capaz de volar y unos cuantos años más tarde ya se había inventado el avión. También en su momento dijeron los especialistas que el invento del televisor no tendría futuro, y hoy en día es el medio de comunicación más popular a nivel mundial.
Cuando las personas se convencen que NO PUEDEN hacer algo, definitivamente no lo podrán llevar a cabo. Aquí valdría la pena recordar esta frase:
“los que consideran que algo no se puede hacer, no se deben interponer en el cambio de los que ya lo están haciendo”.
Nadie puede librarnos de pensar si queremos vivir una vida auténtica, dando razón de nuestras acciones, que no es otra cosa que ser responsable: tener capacidad de dar respuesta, de responder, por lo que hacemos. Y en esa tarea de pensar nos pueden ayudar mucho otros que se tomaron el trabajo, gozoso por otra parte, de hacerlo.
¡ Sólo quienes se atreven a romper paradigmas generan cambios !
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