Riesgos de exposición al ruido en el trabajo

La evaluación del riesgo de la exposición al ruido en el lugar de trabajo es muy importante realizara pues es uno de los riesgos de agentes físicos.



El ruido se considera un tipo de contaminación del medio ambiente (contaminación acústica) y está presente en muchos entornos de trabajo, así como interna, de manera que se considera que es un riesgo de la generalizado, también que no siempre es tan fácil de ser capaz de distinguir las fuentes de ruido vinculado a la esfera profesional del que deriva de situaciones paralelas y contextuales.

Sonómetros y dispositivos

La evaluación ambiental de los niveles de ruido en un espacio de trabajo dado puede llevarse a cabo mediante el uso de medidores de nivel de sonido profesional que cuantifican los niveles de decibelios durante un período de ocho horas, volviendo a los valores de fondo y pico que, si se compara con los valores límite que no deben excederse definidos por la ley dan una clara indicación de la necesidad de adoptar medidas preventivas y / o de protección .

Existen dispositivos que pueden proteger eficazmente contra el ruido, pero lo importante es que la elección de los dispositivos que toman se lleva a cabo con cuidado y en relación con el nivel de decibelios real para ser retirado con el fin de estar dentro de los límites;una reducción excesiva en comparación con la situación medida puede de hecho ser peligrosa si aísla al trabajador expuesto al entorno de trabajo (evitando que, por ejemplo, escuche sirenas de alarma o alarmas sonoras).

Efectos sobre la salud del ruido

El riesgo de ruido no debe subestimarse, ya que los efectos en la salud del trabajador pueden ser bastante graves.

El efecto más importante desde un punto de vista estadístico y epidemiológico es el de la reducción progresiva de la audición, la llamada ” pérdida auditiva inducida por ruido ” (con una tendencia a veces lenta y no muy perceptible).

La pérdida de audición se manifiesta progresivamente a través de etapas sucesivas; el primero ocurre inmediatamente después de la exposición al ruido. Una segunda fase se manifiesta con un aparente estado de bienestar seguido de la dificultad de percibir sonidos agudos. Finalmente, la sintomatología puede ocasionar una dificultad crónica e irreversible en la escucha de conversaciones.

Sin embargo, los efectos sobre la exposición al ruido a la salud no se limitan a la pérdida de audición, pero pueden tener un impacto, aunque en menor medida y no la etiología del todo claro, incluso en la presión arterial, la frecuencia cardíaca, en el sistema digestivo y el sistema nervioso.