Cómo afrontar las molestias del síndrome
Y es que, la curiosidad de este tipo de problemática es que los síntomas del síndrome de piernas inquietas son mucho más visibles en la inactividad. De hecho, durante los paseos y los momentos de movimiento, los síntomas parecen desaparecer. Esta dolencia puede ser crónica, en cuyo caso, resulta todavía más molesta. O también, puede estar asociada a un periodo concreto de la vida, por ejemplo, al tercer trimestre de embarazo. Muchas mujeres lo sufren en este momento y los síntomas desaparecen tras el parto. En esta etapa, lo más importante es que cuando el médico explica a la paciente que aquello que le ocurre, aunque molesto, no es grave, se libera de la carga psicológica que puede producir la preocupación por la salud.
Ante los síntomas de molestias en las piernas es muy importante que consultes con tu médico para comprobar cuál puede ser la causa de este hormigueo puesto que también existen otros posibles factores. Por ejemplo, un problema de circulación.
Uno de los principales métodos de ayuda para calmar este dolor es que te apliques masajes terapéuticos en la zona de las piernas. Puedes dártelos tú mismo, y este efecto de relajación puede ser muy positivo para aliviar las molestias.
Además, también es muy importante que fomentes el hábito de realizar ejercicios de relajación ya que esto te ayuda a relajar todo tu cuerpo, todos tus músculos. Y a su vez, la relajación es un medio natural para reducir la ansiedad que puede producir este problema. Sin duda, por ocupado que estés, es fundamental que encuentres un espacio en tu rutina que sea solo para ti, un momento para evadirte y recrearte en sensaciones de paz y tranquilidad.
Por otra parte, intenta crear un espacio de descanso y relajación en tu dormitorio para mejorar la calidad del sueño. Por ejemplo, una decoración en tonos claros fomenta la serenidad. Igualmente, deja fuera del dormitorio el ordenador y el teléfono móvil. Por tanto, para aliviar los síntomas del síndrome de las piernas inquietas puede ayudarte el hecho de tener un hábito de horarios para acostarte y levantarte.
Además, si sufres este síntoma también es fundamental que evites el café en tu dieta. Igualmente, es buen momento para dejar de fumar. El alcohol también es perjudicial en relación con esta dolencia. Además, practicar yoga también es una medida terapéutica para reducir las molestias de este síndrome que, afortunadamente, no es doloroso.