Psicopíldora #5# "¿Cómo acabo con una relación intermitente?"

Buenas tardes, llevo 6 años envuelta en una relación intermitente. Su relación anterior no era así. ¿Hay algo que yo pueda hacer para modificar el patrón de relación, o la única solución es dejarlo?

Gracias.

C.

¡Hola!

Antes de nada, comentarte que permanecer en una relación intermitente durante tanto tiempo seguro que tiene muchas consecuencias a nivel emocional tanto en uno como en el otro: ansiedad, estrés, gran gasto energético, apatía, desilusión y problemas de inseguridad y autoestima. Cuando nuestra pareja a veces nos da 100 y otro día nos da 10, empezamos a dudar de nosotros, pensando que quizás tengamos algo que ver en su incongruencia. Sin embargo, la única responsabilidad que tenemos es la de seguir ahí.

La única cosa que puedes hacer actualmente es darte cuenta del tipo de relación que deseas y que crees que mereces y enfocarte hacia ella, en lugar de intentar cambiar la manera en que tu pareja se vincula o convencerle de que hay otros formatos de relación más sanos. Si fuera así, corres el riesgo de ocupar un rol de salvadora que no te corresponde ya que cada uno modificará sus propios patrones de relación si así lo considera. Por este motivo, las parejas que suelen permanecer unidas son las que tienen un modo parecido de vincularse y de entender la relación (aunque sea en sentido negativo).

En el momento que permanecemos en una relación intermitente, estamos autorizando al otro a que se relacione de esta manera con nosotros.

Sí que es cierto que, este tipo de relaciones, son tremendamente adictivas ya que obedecen al mismo refuerzo intermitente que hace que numerosas personas se vuelvan adictas al juego (un día gano 300€ y al otro pierdo 400€). De esta manera, el único objetivo del “jugador” es volver a recuperar aquello de lo que algún día gozó pero que ahora, sin poderlo controlar, le han arrebatado.

Las relaciones de pareja sanas son de naturaleza simétrica. Es decir, los dos miembros de la pareja se encuentran al mismo nivel y ambos desean encaminarse hacia el mismo proyecto. El amor sano no implica esfuerzo, por lo que, no es necesario que nos dejemos la piel para que el otro nos quiera de la manera en que nos gustaría ser queridos, ni hace falta que le enseñemos a hacerlo o que le convenzamos. Esa persona es libre, al igual que nosotros. Por eso, podemos recibir lo que nos ofrecen o bien, irnos.

Te recomiendo que leas el libro de Joan Garriga titulado “El buen amor en la pareja” en el que encontrarás las condiciones que deben cumplir las parejas sanas y duraderas.

Probablemente, la relación en la que te encuentras tenga un punto adictivo que hace que sea más complejo abandonarla. Por eso, antes de hacer nada, es más urgente que repases alguna ideas:

¿Qué tipo de relación deseas?

¿Qué es para ti el amor?

¿Cómo te gusta dar y recibir amor?

¿Qué valores son básicos para ti en pareja?

Las respuestas están en ti más que en el otro.

Espero haberte ayudado,

¡Hasta pronto!

Fuente: este post proviene de Vínculos y Relaciones, donde puedes consultar el contenido original.
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Etiquetas: Psicopíldoras

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