Muchas veces se dice que pensar, sentir y actuar en una misma dirección da coherencia a la vida y ayuda a superar el sufrimiento. Suena muy bien. Lo inmediato es que la gente se diga me gusta eso pero ... ¿cómo sé cuando sucede?
Lo sabrás cuando realices alguna acción que te hará sentir una gran alegría, surgirá en tu corazón acompañada del sabor querer repetir más veces ese tipo de actos, que te hacen sentir inmediatamente en tu cuerpo y alma, la sensación de bienestar y alegría. Cuando eso suceda agradece y guarda ese instante en tu interior.
Una practica sencilla para ayudar en este proceso es ubicarse sentado cómodamente en algún lugar donde no haya interrupciones. Cerrar los ojos y respirar profundamente hasta lograr un estado de relación, aquietando la mente, el cuerpo y corazón.
Luego preguntar ¿qué pienso, qué siento y cómo actuó? las respuestas llegaran luego de un momento de meditación, vendrán de un lugar casi desconocido, tu interior. Evita forzar su llegada pues aparecen como lluvia dorada sin presión y con ellas llegara la comprensión, la resolución déjalo para otro momento, ya que con la comprensión todo se tornara en armonía y claridad.
En ese estado pregúntate que es lo realmente necesitas para tu vida, en espera de la respuesta conectaras inmediatamente con el silencio, de allí volverá a surgir la respuesta. Agradece en tu interior.
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