La vuelta al cole de este año ha venido marcada sobre todo por la aplicación de numerosas medidas de prevención para evitar el contagio por COVID-19. Libros y material escolar han quedado desbancados por mascarillas para mayores de seis años, distancia física e higiene de manos escrupulosa.
Estas son algunas de las medidas de prevención más comentadas en las reuniones previas al primer día de escuela. Con ellas, se pretende minimizar el riesgo tanto para el personal docente, como trabajadores de los centros escolares y alumnos. Pero esto no significa que muchos padres y abuelos no estén preocupados por lo que esta vuelta presencial a la escuela puede significar.
El motivo es que un posible contagio en el entorno educativo puede llegar al círculo familiar. La potencial exposición de un niño al virus hace considerar a muchas familias cómo pueden mantenerse seguras, ya que muchas veces son los abuelos los que se encargan de recoger al niño en la institución educativa o bien cuidarlos mientras las padres trabajan.
Desde el inicio de la pandemia se ha insistido en que las personas mayores de 65 años son uno de los grupos de población más vulnerables y que, para minimizar el riesgo de propagación del virus, deberían evitarse las reuniones con nietos y abuelos y que estos recojan a los niños a la escuela. Si, pese a las recomendaciones, no hay más remedio, o abuelos y nietos viven juntos, las Recomendaciones para una vuelta al cole segura. COVID-19, de la Clínica Universidad de Navarra dicen que, al llegar a casa:
Otro aspecto importante, al que hasta ahora no se ha prestado atención, es tener más conciencia de cómo se interactúa con los miembros de la familia. Posiblemente no somos conscientes de que muchas veces bebemos del mismo vaso que nuestro hijo, que guardamos juntos los cepillos de dientes, que nos acabamos la comida que han dejado en el plato, etc. Son acciones normales y cotidianas que, como padres y abuelos, hemos hecho siempre. Ahora es un buen momento para modificar ciertas rutinas diarias.
Las medidas que hay que adoptar son las mismas para todos. Pero en el caso de que uno de los padres dé positivo por COVID-19 o tiene síntomas, o es el niño el que está infectado o tiene síntomas, debe aplicarse el autoaislamiento de 14 días para contener la propagación del virus. Importante: durante este tiempo, el niño no puede trasladarse de una casa a otra.
A pesar de que la transmisión domiciliaria parece ser la forma más probable de contraer COVID-19 porque lo más probable es que las personas, en casa, relajan las medidas de higiene y distanciamiento físico, según un análisis de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres, el riesgo de que los niños contraigan COVID-19 parece ser menor que el de los adultos.
En Estados Unidos y China, dos de los países con más casos confirmados, los niños representan el 2% de los casos y tienen más probabilidades de ser asintomáticos. Otro dato alentador es el que sugiere un estudio según el cual, en grupos de hogares de China, Singapur, Corea del Sur, Japón e Irán, menos del 10% de los niños han sido los principales transmisores, lo que significa que el virus pasa de un adulto a otro de manera mucho más efectiva que de un niño a otro.
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Original:Niños y vuelta al cole: medidas para proteger a abuelos y padres
Tags: bienestar