Medida apretada

<sup>Muchas veces hemos leído este pasaje y lo hemos llevado para el lado material o de las bendiciones que recibiremos, pero en estos días meditantando en este pasaje Dios me mostró que nos quiere enseñar mucho más de lo que pensamos a través de él.




"</sup>Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo; porque con la misma medida con que medís, os volverán a medir". (Lucas 6:38)

¿Alguna vez pensó en cuántas veces medimos a quienes nos rodean de una forma muy apretada (con exigencia y sin flexibilidad), pretendiendo que nos den más y más.

Eso lo hacemos con todos y todos lo hacemos, esta actitud pertenece al ser humano no a una persona en especial, lo hacemos con quienes nos rodean, con nuestras amigas, con nuestros esposos, con nuestra familia; siempre esperamos más, siempre tenemos expectativas altas de los otros... y aún más esperamos indulgentemente que las cumplan...

Pero si nos ponemos a analizar, ¿será que hacemos eso con nosotras mismas, nos medimos con la misma vara, tenemos las mismas expectativas de nosotras mismas?.

Estamos dando de nosotras, todo aquello que esperamos de los otros.

"Dad y se os dará..."

Entonces este mensaje me ayuda a analizar por qué estoy recibiendo lo que recibo y no lo que espero...

¿Estoy dando lo que estoy exigiendo?

Si quiero una atención, ¿doy la atención debida?

Si quiero un cuidado, ¿doy el cuidado adecuado?

Si quiero misericordia y comprensión, ¿la estoy dando a los otros?

Si quiero conocer más a alguien, ¿me estoy dejando conocer?

Si quiero amabilidad y cordialidad, ¿estoy siendo amable y cordial?

Si quiero comunicación, ¿estoy siendo comunicativa?

Si quiero que respeten mi espacio, ¿lo estoy respetando o estoy siendo invasiva?

Si quiero que me valoren, ¿primero, me estoy valorando? ¿estoy valorando a los otros?

Si quiero sinceridad, ¿estoy siendo sincera?

Si quiero que me entiendan cuando me equivoco y me den una nueva oportunidad... ¿estoy dispuesta a darla también?

Vemos que es fácil decir cómo los demás deben ser y actuar pero a la hora de exigir de nosotras mismas con esta misma medida, nos damos cuenta que muchas veces podemos exigir de los otros lo que no estamos dispuestas a dar...

Entonces amiga, vamos a rever esta medida, si quiero poner una expectativa, que sea en Dios y en mí, no en los otros, porque no sabemos cuál es la medida del otro y no tenemos poder ni derecho de establecerla. Eso solo el Espíritu Santo lo puede hacer.

Que Dios las bendiga y continuaremos compartiendo!!

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