Expertos de la OMS aseguran que la pérdida de audición es un trastorno considerado como de alta incidencia y que hasta cierto punto puede ser prevenible si se toman las medidas correctas, aunque hay casos donde la pérdida o disminución del oído son inevitables. En esos casos existen medidas que se deben tomar para asegurar una inclusión del paciente en la sociedad.
A continuación hablaremos más sobre las causas y consecuencias de la pérdida de audición, así como las medidas preventivas.
Causas de la pérdida de audición
Como se mencionó, en ocasiones es posible prevenir la pérdida auditiva, pero esto dependerá de las causas de su aparición. Las principales razones por las que las personas pueden dejar de escuchar son:
-Envejecimiento: esta es una causa natural y difícilmente es prevenible. Por naturaleza el cuerpo humano presenta un deterioro de sus funciones conforme pasan los años, y la audición no es la excepción. Es a partir de los 40 años cuando las personas comienzan a notar cierta pérdida del oído, pero es a los 75 años cuando la mitad de la población de esta edad presenta ya una pérdida considerable de la audición.
Ante el envejecimiento no se puede hacer mucho, sin embargo, sí se pueden tomar medidas preventivas como una revisión médica periódica, así es caso de detectar una pérdida de audición temprana el médico podrá emitir recomendaciones para mejorar la calidad de vida del paciente.
Lo recomendable es acudir con un especialista que realice un examen de audición de manera profesional utilizando los recursos como aparatos o cabinas audiométricas para garantizar el éxito del estudio. Con base en los resultados el médico podrá determinar si existe algún tipo de afección y tomar las medidas necesarias.
-Ruido externos: esta es una de las causas en las que más se pueden tomar medidas preventivas. La exposición a fuertes ruidos por largos periodos es una de los principales factores por los cuales las personas pierden la audición.
Las rutinas de vida actual están llenas de ruido constante, desde transitar por una avenida, pasar por una construcción, los ruidos que se generan en las unidades habitacionales como los ladridos d los perros, la música, el uso de electrodomésticos y los niños jugando son sonidos que se van sumando al nivel de ruido al cual estamos expuestos.
Para que el ruido tenga una repercusión en los niveles de audición se tiene que estar expuesto por un largo periodo a ruidos fuertes, por eso las personas que trabajan en zonas industriales, en lugares como bares, antros, centros de conciertos o construcciones son los que están más expuestos a sufrir pérdida auditiva.
En estos casos deberían contar con protección auditiva para que reduzca considerablemente la exposición al ruido. Lamentablemente la mayoría de las ocasiones las empresas no proporcionan este tipo de protección y no advierten a sus empleados sobre los riesgos a los que se exponen. Se han presentado casos donde las personas no son conscientes del nivel del ruido al cual están expuestos hasta que a través de la medición del nivel de los sonidos utilizando sonómetros es cundo se dan cuenta de los niveles de ruido.
Pero no sólo los trabajadores están expuestos a estos peligros, también aquellas personas que utilizan de manera constante auriculares para escuchar música muy fuerte o tienen en volumen muy alto los aparatos electrónicos.
La mejor medida preventiva en estos casos es bajar el volumen con la cual se escuchan los aparatos de música y televisión y buscar protección auditiva en caso de estar expuesto a ruido constante en el trabajo.
-Hereditario
La pérdida auditiva también puede tener un origen hereditario y es uno de los casos en el que no existen medidas preventivas.
-Por enfermedad, lesión o infección: otra de las razones por las cuales las personas pueden dejar de escuchar es como consecuencia de alguna enfermedad, infección o incluso la ingesta de algún tipo de medicamentos.
También puede ocurrir por sufrir algún traumatismo en los oídos o una fuerte lesión en la cabeza. Lamentablemente en estos casos tampoco es posible tomar medidas preventivas, pero en caso de detectar alguna disminución en la capacidad auditiva es mejor acudir al médico de inmediato para que descarte cualquier afección mayor.
La pérdida de audición no es una afección que deba tomarse a la ligera, por ello es importante acudir a una revisión periódica, sobre todo después de los 40 años, aunque también se recomienda llevar a los niños a una valoración si se tiene alguna sospecha de que pueda tener problemas para escuchar.
Fuente: Freepik
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