En varios de mis artículos anteriores les he mencionado los beneficios que aportan para nuestra salud el consumo de manzanas y el té verde.
En un nuevo estudio en Instituto de Investigación Alimentaria en el Reino Unido, se ha comprobado que los antioxidantes (polifenoles) que contienen el té verde y las manzanas bloquean una molécula de señalización llamada VEGF que es un controlador de la formación de vasos sanguíneos por medio de un proceso llamado angiogénesis que tiene un papel muy importante en el desarrollo de placas ateroscleróticas, las cuales pueden provocar un ataque al corazón o un derrame cerebral.
En otras palabras el consumo de manzana y té verde pueden prevenir o reducir el riesgo de sufrir aterosclerosis.
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