¿Sabes lo que es la espirulina? Sí, ese polvo de color verde intenso. Son algas, algas unicelulares verdiazuladas de las especies Arthospira platensis y Arthospira máxima. Es, por tanto, un alimento de origen marino.
Un detalle. ¿A qué no sabías que hay hipótesis científicas que consideran que el desarrollo cerebral tan espectacular de la especie humana se debió, en parte, a haber formado comunidades costeras que vivían y explotaban el mar? Esto es porque los recursos de origen acuático son muy ricos en nutrientes esenciales, nutrientes que son mucho más escasos en alimentos de origen terrestre; concretamente ácidos grasos poliinsaturados.Curiosamente, una vez superada esta etapa evolutiva, los alimentos de origen acuático no se convirtieron en los mayoritarios de la dieta de nuestra especie; quizá nunca lo fueron demasiado, y exceptuando pescados y mariscos, este catálogo permaneció casi inalterado. Nos sentimos obligados a hablar del trabajo del “chef del mar”, Ángel León, por su decidida apuesta en estudiar y recuperar el mar como una fuente inagotable y extremadamente variada de alimentos.
¿Qué nos aporta la espirulina?
Con toda esta información seguro que empiezas a pensar de otra manera en la espirulina. ¿Qué nos aporta esta alga? Proteínas, lípidos, vitaminas y minerales, muchas sales minerales.Al final, no deja de ser un alga en polvo, lo que significa que estamos consumiendo un cóctel de nutrientes. Por usar un símil, el aporte nutricional de unas lonchas de jamón no es el mismo que el de unos filetes de aguja, ni el de un rico plato de casquería. Cada uno es nutricionalmente muy diferente. Aquí estaríamos consumiendo todos, juntos y a la vez.
Proteína
En lo que respecta a las proteínas, lo importante no es tanto que haya muchas, que las hay (de hecho, más del 55% de la espirulina es proteína), si no que son proteínas que contienen gran cantidad de aminoácidos esenciales, aminoácidos que no podemos fabricar por nosotros mismos. Y, encima, aporta los 8 aminoácidos esenciales que necesitamos y en proporciones adecuadas.Lípidos
Los lípidos son otra gran familia de nutrientes que aporta la espirulina, concretamente ácidos grasos poliinsaturados, ¿te acuerdas que dijimos que fueron fundamentales para el desarrollo neurológico de nuestra especie? Lo siguen siendo.Minerales
Y, los minerales calcio, fósforo, potasio, magnesio, hierro, zinc, selenio, cobre, cromo, manganeso, sodio o yodo; todos ellos los aporta la espirulina y en gran cantidad.Sin embargo, es necesario decir aquí que conviene no abusar de ella precisamente por su rico contenido en ellos y, especialmente, del yodo. Como nuestra alimentación no está adaptada al consumo de yodo, si abusamos de él podemos tener afectaciones de la tiroides. Aún así, los beneficios siguen compensando e introducirla de manera adecuada mejorará nuestra alimentación.
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