En las cafeterías o los restaurantes de los hospitales, deberíamos tener todos variedad para poder comer.
Supongo que tener una cafetería o un restaurante en un hospital, significa que tienen que tener productos aptos para todos, ¿o no?
El otro día, mi hermano tuvo que ir al Gregorio Marañón para hacerse una prueba, y después fue a desayunar a la cafetería.
Yo ya he estado allí, y está un poco fría. Pero eso es lo de menos.
En la pared, hay varios carteles advirtiendo de que disponen de información de alérgenos al servicio del público. También dicen que tienen leche sin lactosa y alimentos sin gluten.
¡Qué bien!
Pues no...
La oferta sin gluten para el desayuno, consiste en tostadas, única y exclusivamente. Tostadas y por supuesto cacao de una marca apta.
Lo bueno, es que el precio es el mismo. ¡A mí eso me impresionó! Es la primera vez que lo veo.
Un vaso de leche con cacao y dos rebanadas de pan tostadas, con mantequilla y mermelada 2 euros.
Un aplauso para esta cafetería, pero también tengo que pedirles, que por favor, tengan en cuenta, que los celíacos tenemos paladar y que algo dulce para desayunar, sería estupendo.
¡Seguimos leyéndonos!