Sí, buenas y malas noticias a la vez, nadie nos esperará, nadie mantendrá la continuidad, nadie, para todo eso ya estamos nosotros, cada uno de nosotros con su propia vida.
Encontraremos apoyos y momentos compartidos, empuje, colaboración y acompañamiento maravilloso, enriquecedor, pero el trayecto es único e intransferible, sí, y ahora lo definitivo, todo depende de nosotros, de cada uno, de cada cual, aprovéchalo, habita a lo que llegas y continúa dirigiéndote, ¿adónde? A tu destino, a tu tierra prometida, a tu Shambala.
Y si todavía no sabes cuál es, averígualo, ¡pronto!