Para empezar, podemos decir que el modo de organizar la habitación de tu familiar dependerá de si éste es una persona válida o dependiente.
La habitación geriátrica de una persona válida
Si tu familiar se puede manejar por sí mismo, todos los esfuerzos deben centrarse en evitar las caídas y, por tanto, en procurar que los utensilios habituales estén a mano. Veremos algunas nociones a este respecto:
Eliminar alfombras.
Evitar suelos resbaladizos.
Si duerme solo, proporcionar un timbre para que pueda avisar.
Tener siempre otra cama o butacón reclinable dentro de la habitación para poder atenderlo en los períodos de enfermedad.
Contar con ayudas técnicas como las sillas con inodoro, por ejemplo, para que no tenga que ir al baño por la noche.
Armario asequible con lo necesario para la ropa de cama y habitual, así como para el arreglo.
Espacio amplio entre la cama y la puerta de salida de la habitación eliminando estorbos con los que pueda tropezar, etc.
La habitación geriátrica de una persona dependiente
Cada persona mayor es diferente. Sin duda, tendrás que adaptar la habitación a las características, limitaciones y problemática de tu familiar, sin olvidarte de ti misma -también es importante que te sientas cómoda a la hora de atenderlo pues tu fatiga no lo beneficiará-. De forma generalizada y a grandes pinceladas, veremos cómo ha de ser la habitación, aunque, por supuesto, según el grado de dependencia. A la hora de establecer las distintas ayudas, se marcan tres grados de dependencia, que son, como ya sabrás, los siguientes según el IMSERSO:
Grado I. Dependencia moderada: Cuando la persona necesita ayuda para realizar varias actividades básicas de la vida diaria, al menos una vez al día, o tiene necesidad de apoyo intermitente o limitado para su autonomía personal.
Grado II. Dependencia severa: Cuando la persona necesita ayuda para realizar varias actividades básicas de la vida diaria dos o tres veces al día, pero no requiere apoyo permanente de un cuidador o tiene necesidades de apoyo extenso para su autonomía personal.
Grado III. Gran dependencia: Cuando la persona necesita ayuda para realizar varias actividades básicas de la vida diaria varias veces al día y, por su pérdida total de autonomía física, mental, intelectual o sensorial, necesita el apoyo indispensable y continuo de otra persona o tiene necesidades de apoyo generalizado para su autonomía personal.
Esto es importante porque, a la hora de adaptar el dormitorio, puedes obtener ayudas según el grado.
En estos casos es muy importante la mencionada adaptación. Es posible que la habitación ya no solo sea el espacio donde la persona duerma o pase la noche, sino el lugar en el que se vea obligada a pasar parte del día también o, incluso, todo el tiempo (día y noche en los casos más graves). Las siguientes recomendaciones pueden o no servirte de ayuda según las características de la persona dependiente. Veamos algunas consideraciones:
Procurar que el dormitorio tenga buena ventilación y luminosidad. No obstante, hay que evitar que la luz entre de frente a la persona mayor para que no la deslumbre.
Adquirir una cama articulada, preferiblemente con ruedas y con posibilidad de elevación también. Esto te facilitará la manipulación (para cambiar a la persona de posición, por ejemplo, o para cambiar las sábanas) sin necesidad de que tengas que agacharte (lo que puede perjudicar tu espalda).
No está de más que el colchón sea antiescaras (viscoelásticos, de látex o de poliuretano) o un colchón antiescaras de aire dinámico. Colchón antiescaras
Colchón antiescaras de aire dinámico
Colocar la cama retirada de la pared en sus laterales (solo la cabecera debe dar a la pared); de este modo, podrás realizar las tareas de aseo o manipulación desde ambos lados de la cama o con otra persona que te ayude.
Si la persona tiene tendencia a levantarse por la noche con peligro de caída, puedes adquirir barandillas abatibles para camas.
Si conserva alguna movilidad, evitar esquinas punzantes en el mobiliario (mejor redondeadas).
A veces es muy útil contar con mesillas, sillas, etc. más altas. Para esto hay elevadores de mobiliario.
Existen grúas para el traslado. Se puede instalar una con carriles por toda la casa o utilizarla solamente en la habitación.
De todos modos, lo mejor es dejarse aconsejar por los profesionales (ortopedia, personal sanitario, trabajadores sociales, etc.). En Ortoweb, disponemos de un excelente grupo de profesionales que te podrán asesorar en todo lo que necesites. Puedes llamarnos al 976900902 o enviarnos un email con tu consulta a consultas@ortoweb.com
La habitación inteligente
Lo último con respecto a la habitación geriátrica es la llamada “habitación inteligente”. Se trata de una habitación monitorizada con sensores, cámaras, etc. Mediante una tablet se controla la temperatura, la humedad, la luz, el aire, el ruido, los períodos de sueño, etc. También se utiliza una pulsera inteligente para vigilar las constantes del anciano. Es un proyecto en período de prueba que se está llevando a cabo en el Hospital San Juan de Dios de Zaragoza. Aunque se trate de una habitación para el cuidado de pacientes geriátricos hospitalizados, con el paso del tiempo podría aportar grandes soluciones a algunos problemas que se les plantean a los cuidadores en el hogar.
Un cordial saludo,
María Luisa Sánchez Vinader
Licenciada en Filosofía y Ciencias de la Educación
Diplomada en Magisterio de Educación Especial y Pedagogía Terapéutica