De este tema tan relevante, hablaré motivada por la solicitud que recibí de Jane, una seguidora de Kansas. Ella es una joven madre de familia con dos niños, uno de cinco y otro de siete años. Jane destacaba, que la salud de sus hijos siempre ha sido prioritaria, al igual que verles crecer y mejorar sus capacidades de aprendizaje.
De hecho, me comentaba que ella y su esposo acostumbraban a premiar cualquier pequeño logro de sus hijos. Por lo general lo hacían con golosinas y helados, percatándose luego de su error.
Así, en una reunión de padres realizada en la escuela se sugería la importancia de que ellos consumieran mayor cantidad de frutas y verduras. Ante esta solicitud, Jane y su esposo se sintieron cuestionados.
Esto se debió, porque a pesar de que en casa acostumbraban a comer sanamente, no habían manejado correctamente ciertos hábitos alimenticios en sus hijos. Es decir, hacer que percibieran que las frutas eran un alimento más importante que las golosinas.
Dada esa situación, Jane decidió solicitar mi asesoría, tomando en cuenta mi experiencia en medicina integral y nutrición. Ella básicamente solicitaba algunas estrategias, que permitieran que sus hijos se sintieran a gusto consumiendo frutas y verduras. Así, a fin de honrar esta importante inquietud, le hice llegar un material.
En el mismo, abordé sobre la importancia de las frutas y verduras, incluyendo algunas estrategias comprobadas para incrementar su consumo.
Un tema de tanta trascendencia para la familia debe ser compartido. Por ello, lo publico con mucho cariño en mi página.
Importancia de las frutas y verduras
Según el Servicio Nacional de Salud del Reino Unido, las frutas y verduras son parte importante de una alimentación sana. De acuerdo a las investigaciones, consumir unas cinco raciones variadas de frutas y verduras diariamente producen una cantidad significativa de beneficios.Se estima, que una ración de frutas o verduras representa alrededor de unos 80 gramos. En muchas partes se implementó la conocida campaña denominada “5 al día” tomando como base las sugerencias de la OMS.
Esta cantidad equivale a 400 gramos de frutas y verduras, y puede minimizar el riesgo de padecer algunas patologías. Entre ellas, ciertos tipos de cáncer, accidentes cerebrovasculares y enfermedades cardíacas.
Uno de los componentes mayoritarios de las F y V, que favorecen este efecto son las fibras dietéticas. Ellas, permiten mantener el intestino funcionando adecuadamente y libre de problemas, incluyendo el cáncer gastrointestinal y control del estreñimiento.
Se debe resaltar, que constituyen además una importante fuente de vitaminas y minerales. Entre ellos, la vitamina C, betacaroteno (provitamina A), folato y potasio, asimismo poseen bajos contenidos de calorías y grasas. Todos estos nutrientes poseen la capacidad de reducir el riesgo de sufrir derrames cerebrales, enfermedades cardiovasculares y favorecen un peso adecuado.
El desequilibrio alimenticio como causa fundamental de enfermedades crónicas
Una aimentación equilibrada parte desde el momento en que se decide que alimentos ingerir. De allí, que si posee bajos niveles de frutas y verduras, se incurre en el grave error de favorecer el padecimiento de enfermedades crónicas.Dentro de las enfermedades relacionadas directamente con una alimentación inadecuada se encuentran: cáncer, obesidad, hipertensión, asma, accidentes cerebrovasculares, enfermedades coronarias y diabetes tipo 2.
Diversos organismos con competencia conocen esta realidad, por esta razón las Guías Alimentarias para los estadounidenses, dirigidas a la población mayor a los dos años, recomienden moderar la ingesta de azúcares simples, grasas (saturadas y trans) y sal.
Esto se debe a que estos alimentos poseen propiedades sensoriales que resultan muy apetecibles y su ingesta en proporciones elevadas, acarrea graves daños.
¿Por qué los niños suelen comer pocas frutas y verduras?
El consumo de frutas y verduras en niños y adolescentes es muy preocupante, por ejemplo, los niños y adolescentes estadounidenses solo consumen una ración de fruta y 1,3 raciones de verdura diariamente. A su vez, los niños alemanes entre tres y diecisiete años, consumen promedios inferiores a la cantidad recomendada. Así, solo 9,4% de los niños y 12,2% de las niñas consumen 5 raciones de frutas y verduras al día.
Se ha observado también, que en el Reino Unido solamente el 9% de los niños de entre 11 y 18 años consumen las cantidades recomendadas de F y V diarias. Incluso, el consumo de verduras es demasiado bajo (en promedio una ración diaria). Este comportamiento, es observable en muchos países.
Vale destacar, que durante los primeros años de vida, el consumo de F y V es muy importante. De hecho, un adecuado consumo de estos alimentos favorece un peso más saludable en la infancia y adultez. Además de ello se ha determinado, que los hábitos alimentarios saludables adquiridos durante la infancia persisten hasta la edad adulta.
De acuerdo a estudios realizados con anterioridad se ha logrado establecer, que existen una serie de factores que condicionan el consumo de alimentos, especialmente el de F y V. Dentro de ellos destacan, los costos, creencias, conocimientos, conveniencia y características sensoriales de las F y V.
Un punto destacado lo constituye la neofobia alimentaria, o miedo al consumo de alimentos desconocidos o nuevos. Esta anomalía se presenta con mayor intensidad entre los dos y seis años de edad. Incluso, la mayoría de los niños poseen preferencia por los sabores dulces, pudiendo encontrar algunas F y V poco agradables. Esto, trae como consecuencia la ingesta de un restringido número de F y V.
Beneficios de la ingesta de frutas y verduras
Se ha observado una conducta muy generalizada entre los padres. En más de una ocasión, ellos se preocupan porque sus hijos no consumen cantidades . Esto causa ansiedad y estrés a los niños, de allí la importancia de realizar ciertas modificaciones en su alimentación.
Las Frutas y verduras poseen un elevado contenido de vitaminas, minerales y fibra. Por ello, es importante procurar que los niños ingieran gran variedad de ellas, el famoso arcoíris multicolor.
Cuando los niños aceptan incorporarlas, obtienen elevadas cantidades de compuestos antioxidantes. Estos compuestos, no se logran obtener, cuando su dieta habitual está cargada de aperitivos azucarados y comida chatarra.
Así, cuando la dieta de los niños posee las cantidades adecuadas de nutrientes incluidos en las frutas y verduras, se obtienen una serie de beneficios. Entre ellos destacan:
Favorecen el crecimiento y desarrollo provechoso para el niño
Protegen del padecimiento de enfermedades en el momento presente y a futuro
Coadyuvan en el fortalecimiento del sistema inmunológico del niño y mejoran las condiciones del cuerpo para combatir las enfermedades crónicas
Promueven el funcionamiento adecuado del sistema digestivo y logran prevenir el estreñimiento.
¿Existen algunas técnicas para ayudar a que los niños consuman más frutas y verduras?
Según los dietistas, un 60% de los niños no ingieren cantidades suficientes de frutas. Además de ello, el 93% no ingieren cantidades suficientes de verduras, de allí la importancia de implementar ciertas estrategias que permitan una mayor ingesta.
Enseña a tus hijos con el ejemplo
Se ha logrado determinar, que los niños aprenden elegir los alimentos en función de lo que observa en su entorno familiar. A manera de ejemplo, se menciona un estudio publicado en Journal of Epidemiology & Community Health. En este estudio, se documentaron medidas dietéticas de 2.389 niños matriculados en 52 escuelas primarias.Los niños contaban con un diario donde se incluían algunas preguntas clave, acerca del ambiente de alimentación habitual con su padres y hermanos en casa. Además de ello, permitía establecer cuantas veces cenaban juntos (en familia) y si recibían frutas o verduras cortadas en trozos en su dieta.
Según este estudio, los niños que comían con sus padres o hermanos mayores tan solo una o dos veces por semana, consumían mayor cantidad de F y V. Incluso se detectó, que el 63% de los niños no consumía la cantidad recomendada por la OMS (400 gramos diarios).
Así, este estudio registró que los niños que acostumbraban a comer en familia consumían 125 g (1,5 porciones) más de frutas y verduras, respecto a los que no comían en familia.
También, en familias cuyos padres las consumían diariamente, los niños ingerían en promedio unos 80 g más. Ello con respecto a aquellos, cuyos padres no acostumbraban a comer frutas y verduras.
Este comportamiento también se notó en los niños, que recibían las frutas y verduras cortadas en trocitos, llegando a mostrar un promedio de 40 g más de consumo, con respecto a los niños que no las recibían cortadas.
Este estudio mostró, que las comidas en familia son una oportunidad sinigual para enseñar a los niños a comer saludablemente. Según ellos, si los niños ven a sus padres y hermanos sirviendo frutas y verduras en sus platos, probablemente quieran imitarlos.
Ten paciencia y no bajes la guardia
Es muy común, que la mayoría de los niños se nieguen a comer por primera vez frutas y verduras. Por ello, si a al niño no le agradan ciertas verduras en particular se le deben ofrecer pequeñas cantidades. Una estrategia interesante, es ofrecerle pequeñas cantidades de esa verdura con otro alimento saludable de su agrado. Recuerda no desmayar, se trata de la salud de por vida de tu hijo, por ello debes continuar animándolo.Según los expertos, los niños, pueden cambiar de opinión .De hecho se ha observado, que ciertos niños llegan a probar un nuevo alimento hasta diez veces antes de aceptarlo. Además de ello, podría requerir probarlo diez veces más, antes de decidir que es de su agrado.
Utiliza palabras de elogio cuando prueben las frutas y verduras
Los niños responden positivamente a las palabras de elogio. Se ha observado, que si se le dicen palabras de reconocimiento al niño cuando come o prueba las verduras, muy probablemente lo vuelva a hacer.Este método de premio psicológico funciona adecuadamente cuando se le dice al niño con exactitud lo que ha hecho bien. Es decir, felicitarlo por comer las frutas y verduras , que se animó a probar destacadas por su nombre.
Un error común cometido por algunos padres, es el de castigar al hijo por no comer frutas y verduras. Esta actitud es contraproducente, de hecho, diferentes expertos como pediatras, nutricionistas y psicólogos coinciden en que esto acarrea problemas negativos.
Es importante no tratar de utilizar la comida como soborno, muchas veces algunos padres y cuidadores, lo hacen a menudo. Por lo general, ofrecen helados y dulces si el niño se come las frutas y verduras F y V. Este procedimiento es erróneo, pues puede provocar que el niño coma estos alimentos, esperando ser premiado con postres.
Emplea las frutas y verduras en la dieta diaria de forma frecuente y con creatividad
Se ha demostrado, que el consumo frecuente familiariza al niño a reconocer que las F y V pueden ser un buen sustituto de las meriendas poco saludables. Algunos ejemplos que puedes implementar para ponerlas al alcance de los niños son las siguientes:Mantén siempre un frutero en casa con diversidad de frutas, a fin de permitir que los niños las tengan al alcance a la hora de merendar
Mantén el refrigerador con frutas y verduras variadas listas para comer. Puedes incluir, palitos de zanahoria y pepino cortado en bastones, tomates cherry, pimientos y apio, bolitas de melón, uvas sin semilla y mandarinas
En las salidas familiares lleva verduras troceadas y disfrútalas con una deliciosa crema de aguacate. Incluye, además, frutas listas para comer como los plátanos, manzanas, peras y uvas
Realiza emparedados con calabacín o berenjena a la plancha sustituyendo el pan o la tortilla y rellénalas con trozos de queso pasteurizado y maíz dulce, para su merienda escolar.
Concluyendo
Las responsabilidades directas, como la alimentación adecuada de los niños, debe considerarse como un punto de honor. Dentro de los alimentos esenciales para una adecuada suplencia de vitaminas, fibra, antioxidantes y minerales, destacan las frutas y verduras.Sin embargo, durante la infancia no tenemos la suficiente capacidad de direccionar adecuadamente nuestra alimentación. Esto se traduce en bajas ingestas (menos de los 400 gramos diarios sugeridos por la OMS entre frutas y verduras). Dada la susceptibilidad de una inadecuada suplencia de ciertas vitaminas como el folato y vitamina C, debemos suplirlas adecuadamente.
Una forma sencilla y con alta biodisponibilidad es mediante la ingesta de frutas y verduras, que además de ello suplen de muchos minerales importantes como el calcio y el potasio. Esto, sin mencionar los elevados aportes de fibra dietética y compuestos bioactivos.
Una incógnita que ha surgido desde hace tiempo, ha despertado en muchos investigadores y nutricionistas, la curiosidad por estimular el consumo de frutas y verduras. Se han encontrado muchos hallazgos interesantes que indican que los padres y cuidadores de los niños poseen un rol activo. Así, diversos proyectos internacionales como los huertos escolares, han dado un vuelco a la forma de enfrentar el bajo consumo de F y V.
Las investigaciones que estimulan su consumo con la participación activa de la escuela y el hogar, permitirían revertir el bajo consumo de las mismas.
Para Jane el material recibido, el cual comparto en el post, fue de muchísima utilidad. Me comenta, que su creatividad nunca se había visto tan estimulada y se siente feliz por garantizar la salud presente y futura de sus hijos. Ellos comenzaron a identificar y valorar la importancia de las F y V para su desarrollo físico y mental.
“Descubrimos que comer bien estaba asociado a un mayor bienestar mental en los niños. Y que, entre los niños de secundaria en particular, existía un vínculo muy fuerte entre el consumo de una dieta nutritiva, repleta de frutas y verduras, y un mejor bienestar mental”
Dr. Richard Hayhoe
Universidad de Anglia del Este, Reino Unido
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Referencias:
https://www.sciencedaily.com/releases/2021/09/210928075004.htm
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https://www.mysouthernhealth.com/getting-kids-eat-fruits-vegetables/