Si es una situación tan común, ¿por qué no lo hablamos?
Es un tema que se considera tabú, probablemente por los mitos que rodean estas infecciones. La realidad es que la mayoría de las veces ocurren sin importar lo que hagas o dejes de hacer.
Por eso es importante que sepas que las infecciones vaginales no se transmiten por tener relaciones sexuales ni ocurren necesariamente por una falta de higiene.
La mayoría de las causas están fuera de nuestro control, como pueden ser un cambio hormonal en nuestro cuerpo o una baja en nuestras defensas, u ocurren por situaciones súper comunes que nada tienen que ver con nuestros hábitos de limpieza (como cuando pasamos mucho tiempo en un traje de baño mojado, algo que ocurre fácilmente cuando vamos a la playa o a una albercada).
Entonces, ¿qué es una infección vaginal?
Las infecciones vaginales ocurren cuando se altera el pH o el balance de nuestra vagina, y no se pueden evitar usando condones al tener relaciones sexuales (porque no es una enfermedad de transmisión sexual) ni lavando el área con agua y jabón. De hecho, hacerlo puede provocar infecciones en lugar de prevenirlas (lo que sí debes lavar con agua y jabón neutro es la vulva y los labios vaginales).
Estas infecciones no son como herpes, que se controlan pero nunca se curan. Usando productos que puedes encontrar en cualquier farmacia en forma de cremas u óvulos puedes curar por completo tu infección vaginal. Claro que es un problema que puede volver a ocurrir (y muchas veces lo hace) como la gripe, pero tiene una solución sencilla, rápida y permanente.
Si tus síntomas son internos, como si tienes un desecho blancuzco y espeso (con consistencia como de queso cottage) te recomendamos usar óvulos para tratar la infección. Los encuentras en tratamientos de uno o tres días. Si sientes comezón o ardor en tu zona vaginal probablemente te funcione mejor un tratamiento en crema, y si presentas todos los síntomas existen tratamientos “duo” (óvulo y crema) que se encargarán de desaparecer los síntomas más rápido de lo que crees.
Si presentas síntomas de una infección vaginal por primera vez consulta a tu médico, y si ya habías padecido una infección antes, ¡no te desesperes! Trátala de inmediato con cremas u óvulos y olvídate de ella.