Una disciplina en crecimiento
Conocida con el nombre de Fisioterapia en Salud Mental (FSM), la disciplina en cuestión aborda distintas técnicas especialmente orientadas a resolver trastornos mentales o a trabajarlos desde un enfoque físico. Los trastornos más extendidos donde se han mostrado avances gracias a la utilización de fisioterapia incluyen: trastornos alimenticios, esquizofrenia, depresión, conductas adictivas, ansiedad, demencias y alteraciones en la personalidad de los individuos.
¿Cómo se aplica la fisioterapia en salud mental?
Existen diferentes técnicas para aplicar la fisioterapia en los trastornos y dificultades mentales y emocionales. Una de las terapias más conocidas es la de “Conciencia Corporal Basal” o TCC. Sus orígenes los encontramos en la fisioterapia nórdica y tiene más de 30 años de aplicación por expertos de los países del norte de Europa. Su aplicación es muy habitual en personas que sufren trastornos psicosomáticos, dolores crónicos y alteraciones en el sistema esquelético-muscular.
Se basa en la utilización de instrumentos de diagnóstico válidos y ejercicios que buscan mejorar la calidad del movimiento. También se le presta mucha atención a una correcta respiración, al equilibrio y a la unidad del movimiento. Los ejes principales de la terapia giran en torno a que el fisioterapeuta oficie de guía para el paciente, volviendo a reconocer las propias capacidades, la conciencia corporal y las posibilidades que se van recuperando lentamente con apoyo y acompañamiento.
La TCC trabaja desde cuatro apartados: Físico, Fisiológico, Psicológico y Existencial. Abordando distintas áreas y procedimientos, busca recuperar en los pacientes las capacidades latentes para mejorar la calidad de vida.
La terapia psicomotora es otra de las terapias populares para el trabajo en el área de salud mental. A la hora de utilizar esta técnica, primero se parte de ciertos patrones o síntomas que indican una necesidad de terapia psicomotriz. Por ejemplo, personas con deficiencia en el conocimiento del propio esquema corporal, o con confusiones de orientación entre derecha e izquierda. Los pacientes que sufren desequilibrio estático también son pasibles de ser tratados mediante terapias psicomotoras.
Por último, pacientes que tienen complicaciones con la estructuración espacial tienden a ser tratados con terapias psicomotoras que los ayudan a reeducar el esquema mental y corporal de cara a un mejor dominio de las propias habilidades. A lo largo de las sesiones de terapia en salud mental se busca establecer puentes entre la parte física y la parte mental de la dolencia, estableciendo así las rutas por las cuales el paciente puede empezar a avanzar y trabajar para subsanar aquellos aspectos en los que haya una falencia o un desfasaje a causa del trastorno mental en cuestión.