Fisioterapia en Alzheimer

La enfermedad de Alzheimer es la forma más común de demencia en las personas mayores, siendo su inicio alrededor de los 70 años aunque también podemos encontrarla en edades más avanzadas.

La demencia es un trastorno cerebral que hace que la persona vaya  perdiendo la capacidad de realizar las actividades de la vida diaria y sobre todo la pérdida de la noción del propio yo. Este trastorno produce alteraciones cognitivas, alteraciones funcionales, trastornos psicológicos y de comportamiento.

La OMS la define como “enfermedad degenerativa cerebral primaria de etiología desconocida que presenta rasgos neuropatológicos y neuroquímicos característicos. Es de inicio insidioso y lento y evoluciona progresivamente durante años.”

10 signos de alarma de la enfermedad de Alzheimer


Pérdida de memoria que afecta a las labores diarias

No reconocimiento de sí mismo ni de los demás

Problemas en el lenguaje como olvido de palabras

Desorientación en el tiempo y en el espacio

Tener conductas inapropiadas del momento o lugar

Alteración del pensamiento abstracto

Colocación o cambio de objetos en lugares erróneos

Cambios de humor y comportamiento

Cambios en la personalidad

Pérdida de iniciativa, falta de motivación

Diferentes fases en el Alzheimer

Además de estos signos a tener en cuenta, que podrían aparecer ya en la primera fase de la enfermedad, otros signos que pueden aparecer en el Alzheimer son síntomas parkinsonianos como la bradicinesia (movimientos lentos), la inestabilidad en la marcha y el equilibrio y falta de coordinación.

Pueden tener también fuertes lagunas de amnesia y agnosia grave, se fatigan al menor esfuerzo y tienden a deambular sin rumbo; estos síntomas suelen aparecer en la segunda fase de la enfermedad.

En la tercera fase, la cual ya llega a ser grave, la persona es dependiente para todas las actividades de la vida diaria, hay tendencia al inmovilismo severo, pérdida de la comprensión y el habla, caídas frecuentes por la alteración de la marcha y el equilibrio, control motor pobre, agravamiento de signos neurológicos, riesgo de atragantamiento, etc.

Fisioterapia en Alzheimer: Intentando mejorar las capacidades del individuo

A la enfermedad sumamos la edad de las personas que la sufren y sus patologías añadidas, dando lugar a una disminución del movimiento y las consecuencias que ello conlleva como rigidez articular, atrofia muscular, disminución de la función digestiva, así como respiratoria y renal.

Dependiendo de la fase de la enfermedad donde se encuentre la persona, la fisioterapia en Alzheimer va a tener diferentes objetivos. Siempre será tratamiento rehabilitador personalizado.

Objetivos de la fisioterapia en Alzheimer:

Fase I: Se encuentran en una fase todavía independiente funcionalmente.

Facilitación del movimiento normal. Evitar compensaciones a la hora de hacer ciertos movimientos como la marcha o subir un brazo por ejemplo ya que, por la edad, pueden haber generado alguna tendinitis y al no poder subir bien el brazo hacen movimientos compensatorios.

Realizar ejercicios para mantener el rango articular y la fuerza muscular.

Entrenamiento de la resistencia a la fatiga.

Trabajar la capacidad respiratoria.

Entrenamiento de la marcha, equilibrio y coordinación.

Educación sanitaria para cuidadores y familiares

Fase II: Dependencia parcial por la progresión de la discapacidad física y dependencia funcional.

Mantenimiento de un buen control postural.

Estimulación sensorio-motriz

Prevención de complicaciones articulares y musculares.

Mantenimiento de la capacidad cardio-respiratoria.

Reeducación marcha y equilibrio.

Adaptación en el entorno y reeducación en las actividades de la vida diaria.

Fase III: Dependencia total con grandes problemas de movilidad.

Optimizar el confort de la persona

Evitar deformaciones articulares así como contracturas musculares

Mantener la capacidad respiratoria

Evitar úlceras por presión debido a la falta de movilidad
Os mostramos un video donde intentamos trabajar movimientos sencillos y atención de fisioterapia en Alzheimer en fase I y II:



A la hora de realizar la fisioterapia en Alzheimer, debemos establecer una rutina, intentando que sea la misma hora, con el mismo rehabilitador, mismo lugar y ejercicios. Para llamar su atención y que tengan ganas de hacer el tratamiento rehabilitador es necesario hacerle la sesión amena ya sea incluyendo música, ritmos, haciendo la sesión en grupo, con actividades sencillas, etc. Siempre ambiente agradable y sin llegar a la fatiga. En este otro artículo sobre demencias puedes encontrar ejemplos de ejercicios.

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