Fascitis plantar: qué hacer para aliviar el dolor

La fascitis plantar es una inflamación de la fascia que recubre la planta del pie, una banda de tejido fibroso que cubre la musculatura del pie y va desde el talón hasta los dedos. Este tejido amortigua la carga del pie cuando impacta contra el suelo y es uno de los principales responsables en mantener el arco plantar.

Esta dolencia la padece el 10% de la población en algún momento de su vida.

Causas y síntomas de la Fascitis Plantar


La fascitis plantar puede producirse por diferentes motivos:

 Estar mucho tiempo de pie.

Sedentarismo.

Un aumento repentino del peso corporal.

Uso de calzado inadecuado.

Retracción de la musculatura posterior de la pantorrilla, acortamiento del tendón de Aquiles y limitación de la flexión dorsal del pie.

Determinadas morfologías anatómicas (pie plano o cavo) o mala pisada.
El síntoma principal es el dolor agudo en la parte interna del talón, que es donde se inserta la fascia plantar. Este dolor suele ser matinal debido a que la fascia está más acortada por el reposo nocturno. A medida que caminamos se va estirando y la molestia disminuye. También aparece después de hacer ejercicio físico como caminar o correr, sobre todo en terrenos duros. Si se cronifica en el tiempo dolerá con el simple hecho de permanecer de pie y la molestia será continua.

¿Qué profesional trata la Fascitis Plantar?


El tratamiento médico que se pauta es sintomático, con antiinflamatorios y analgésicos, pero es muy importante tratar la causa y los factores que perpetúan la lesión.

Si la causa es el aumento de peso, se deben adoptar pautas dietéticas y un programa de ejercicio físico adaptado por un profesional.

También debemos de acudir a un podólogo si la causa es una mala pisada o alteraciones en la morfología del pie. Este profesional hará un estudio de la pisada y pautará el uso de plantillas para corregir estas alteraciones.

La fisioterapia tiene un papel fundamental en el tratamiento de la fascitis plantar ya que no solo alivia la sintomatología sino que trata aquellas causas que favorecen su reaparición a medio o largo plazo.

Consejos de Fisioterapia para el tratamiento de la Fascitis Plantar:


1.- Aplicar frío local para el dolor y la inflamación de forma frecuente.

2.- Movilizaciones pasivas de tobillo (sobre todo la flexión dorsal) y todas aquellas articulaciones pequeñas del pie para mejorar la flexibilidad.

3.- Masaje y Cyriax (masaje transverso profundo) Para tratar la retracción de la fascia plantar, la musculatura de la pantorrila y el tendón de Aquiles. El Cyriax aplicado sobre la zona de dolor ayuda a eliminar posibles adherencias en la zona y activa la circulación local, favoreciendo la resolución de la inflamación.

4.- Ejercicios de fortalecimento y estiramientos. Ejercicios resistidos aplicados por el propio fisioterapeuta para fortalecer gemelos, tibial anterior y la musculatura intrínseca del pie.

5.- Pauta de ejercicios para el domicilio apoyando el tratamiento realizado por el fisioterapeuta.

Ejercicios recomendados para el domicilio desde Fisiosenior


A.- Frío y masaje.

Colocamos en el suelo una botella cilíndrica de agua congelada de forma transversal al pie (cubierta con un paño para proteger la piel) y la deslizamos hacia delante y hacia atrás con cierta presión hacia el suelo. Así flexibilizamos la fascia, bajamos la inflamación y movilizamos el tobillo. Realizar durante 10 minutos.

También es posible masajear la fascia con una pelota de tenis. Se pueden hacer círculos, movimientos hacia delante y laterales.

B.- Fortalecimiento.

 De pie: elevar puntas de los pies y talones, 20 repeticiones.

 Sentado: poner el pie descalzo sobre una toalla o sábana en el suelo e intentar agarrarla con los dedos. Este ejercicio fortalece la musculatura intrínseca del pie.
C.- Estiramientos.

De pie: apoyado en una superficie estable, colocar la parte anterior del pie en un escalón y dejar caer el talón hacia abajo, descendiendo por nuestro propio peso. Mantener 30 segundos y repetir 3 veces.

Sentado: estirar la rodilla y flexionar el pie apuntando hacia la cara. Mantener la posición 30 segundos y repetir 3 veces.
Es necesario recordar al paciente la importancia de utilizar un calzado adecuado: talla adecuada que permita el movimiento de los dedos, flexible, que sujete bien el pie (evitando chanclas y zuecos) y que no tenga un tacón excesivo pero que tampoco sea plano, lo ideal entre 3 y 4 cm.

Ante una fascitis plantar es recomendable que acuda a su fisioterapeuta para que no aparezcan lesiones secundarias por compensación y para evitar la cronificación, consiguiendo así mantener su calidad de vida.

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