¿Alguna vez os habéis sentido criticados, juzgados o excluidos por vuestra afición a las muñecas, los comics o los dibujos animados? Yo llegué a sentirme así muchas veces hasta que me di cuenta de que el problema no era yo, sino aquellos que se atrevían a enjuiciarme.
Nunca debemos permitir que nadie nos haga sentir menos, lo más importante en la vida es darnos a nosotros mismos el valor que nos pertenece. Sólo quien nos conoce plenamente puede emitir un juicio sobre nuestra persona y me atrevo a citar aquí un ejemplo muy preciso de ello. Es un extracto de la película Ratatouille, donde el prestigioso crítico culinario Antón Ego, habla del restaurant Gusteau justo después de atreverse a conocer al Chef, y dice:
“En muchos sentidos el trabajo de un crítico es fácil. Arriesgamos poco, porque gozamos de una posición que está por encima de los que exponen su trabajo y a sí mismos a nuestro criterio. Nos regodeamos en las críticas negativas que son divertidas de escribir y de leer; pero el hecho más amargo que debemos afrontar los críticos es que, a la hora de la verdad, cualquier producto mediocre tiene, probáblemente, más sentido que la crítica en la que lo tachamos de basura. Pero hay veces en las que un crítico realmente se arriesga en ‘pro’ del descubrimiento y la defensa de algo nuevo. El mundo es hostil para los nuevos talentos y las nuevas creaciones; lo nuevo, necesita amigos. Anoche yo viví una nueva experiencia, una comida extraordinaria procedente de alguien singularmente inesperado. Afirmar que tanto la comida como el cocinero han cuestionado mis ideas preconcebidas sobre la buena cocina, sería quedarse muy corto. Me han estremecido hasta lo más profundo. En el pasado, nunca oculte mi desdén por el lema del Chef Gusteau "Cualquiera puede cocinar", pero me doy cuenta de que no había comprendido realmente lo que quería decir con ello. No es que cualquiera pueda ser en un gran artista, sino que los grandes artistas pueden proceder de cualquier lugar. Resulta difícil imaginar orígenes más humildes que los del genio que cocina hoy en Gusteau’s, y que, en opinión de un servidor, es nada menos que el mejor Chef de Francia. Volveré pronto a Gusteau’s hambriento de creaciones.”
Igual pasa con nosotros los “freakis raros” coleccionistas de muñecas y que llevamos el espíritu de Peter Pan por bandera. Espero que este ejemplo os ayude a entender mi mensaje y a enfrentaros a todo aquel que quiera juzgaros.
Un abrazo Helenitaz.
Fuente: este post proviene de helenitaz... mi blog personal, donde puedes consultar el contenido original.
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