El épico camino de Mylenka Budrovich

“Soy una persona que cuando se propone cosas no se queda tranquila hasta que las logra” - Mylenka Budrovich

Oriunda de Valparaíso, Chile, Mylenka Budrovich nació con una condición llamada Mielomeningocele, más conocida como espina bífida. Si bien podía movilizarse por sus propios medios con la ayuda de un par de bastones, durante su adolescencia sufrió de una infección en su cadera que la obligó a permanecer en silla de ruedas.

El Mielomeningocele es una malformación de nacimiento en la que la columna vertebral y el conducto raquídeo no se cierren durante la gestación y quede incompleto. Esto genera que los huesos de la columna no se formen correctamente y sobresalgan.

 

De acuerdo con MedlinePlus, el Mielingocele puede afectar a 1 de cada 4 mil bebés

Pese a sus dificultades para movilizarse, Mylenka se ha convertido en cantante, modelo, maquilladora y madre. Su condición de discapacidad no ha sido un limitante para ella, sino un fuerte desafío para alcanzar sus objetivos.

Sus sueños y aspiraciones son mucho más grandes que sus limitaciones, por eso es tan admirable y posee una energía contagiosa. Déjanos resumirte su historia con esta Videonota exclusiva para Theramart:

 

 

 

“Tú no vas a caminar nunca más”, le dijeron a la pequeña Mylenka, y eso le dio más fortaleza para demostrar lo contrario.  

Mylenka nació con una malformación es su espina dorsal y eso predispuso su vida desde muy tempranamente a que las cosas no iban a resultarle tan sencillas. Carmen Villena y su padre Alfredo, sabían que su hija, debido a la mielomeningocele, también podría llegar a padecer daños neurológicos, sin embargo, y pese a todo pronóstico, finalmente eso no sucedió.

Debido a su enfermedad y a la discapacidad que tenía en las piernas, Milenka pasó por varias cirugías y operaciones en la cadera, pero, desafortunadamente, una de ellas dañó sus extremidades inferiores, complicando aún más su pronóstico de caminar normalmente.

 

niña con espina bifida


Crédito: YouTube.com/Teletón Chile

 

Poco tiempo después, mediante una recaudación de fondos popular, la Teletón de Chile consiguió que la familia Budrovich pudiese llevar adelante una rehabilitación para Mylenka, quien en ese tiempo tenía cinco años.

Tras mucho trabajo y ejercicios rigurosos, logró ponerse de pie con la ayuda de bastones y recuperó parte de su vida e independencia.

Por un largo tiempo todo fue muy feliz para Mylenka y su familia, y si bien caminaba con bastones y con cierta dificultad, era una niña independiente e inquieta con gran curiosidad por el mundo.

Con la ayuda de su hermano, aprendió a cantar y a tocar la guitarra, y llegando a su adolescencia, su amor por la música se desarrolló a pasos agigantados. Su talento era innegable. Participó en concursos, ciclos televisivos y se inscribió en la Universidad de Valparaíso para estudiar Licenciatura en Música.

Pero todo cambió cuando a sus 22 años debió ser hospitalizada por una infección en la cadera. Esto la llevó nuevamente a una silla de ruedas.

Cuando Mylenka sentía que su vida estaba finalmente ordenada, que estaba haciendo lo que más le gustaba y estaba realmente satisfecha con sus logros, una nueva circunstancia torció su destino y la hizo retroceder a foja cero.

Luego de pasar tres meses con fiebre, Mylenka tuvo que ser hospitalizada por una infección en su cadera. Fueron nueve años muy dolorosos para la familia Budrovich, quienes acompañaron a su hija por un largo período donde su futuro estaba teñido de color negro y donde la postración parecía ser el final de su película. Debían remover parte de su cadera y eso la dejaría imposibilitada para caminar.

Al volver a su casa, Mylenka se dio cuenta del gran esfuerzo que estaban haciendo sus padres por ayudarla, y que incluso estaban dejando de lado su salud por apoyarla a ella. Fue así como pensó en que no quería convertirse en una carga para nadie y redobló su lucha para volver a manejarse por sus propios medios. Esta vez no estaba dispuesta a volver a caer.

 

A los 26 años estaba nuevamente en pie y con nuevos objetivos por cumplir. Rendirse nunca ha sido una opción para Mylenka Budrovich.

No solo que no se rindió nunca, sino que muchas cosas buenas pasaron en la vida de Mylenka desde aquellos dolorosos días del pasado.

Volvió a ser independiente, aún en su silla de ruedas, se dedicó nuevamente a la música, encontró el amor, fue madre de Andresito, se dedicó al modelaje en Miss Inclusive junto a Paula Miranda, quien es otra de nuestras influenciadoras de Theramart.  

Mylenka también participó en 2018 de Miss Silla de Ruedas representando a Chile en Polonia, y hoy tiene su propio negocio de belleza, pues se ha convertido en maquilladora y manicura profesional.

modelo inclusiva chilena


Crédito:


 

 

Consejos para enfrentarse a la adversidad

Mylenka siempre tuvo muy en claro que no quería ser una carga para nadie, ni para los demás ni para ella misma. En el horizonte veía sus metas y alcanzarlas era una misión personal.

Si bien muchas veces se sintió frustrada, intentó adaptarse a todas las situaciones con la filosofía de que quizás tardara un poco más que el resto pero que iba a llegar seguro, o al menos, agotar todas las instancias.

Entre las cosas que nunca imaginó que podría alcanzar, pues no estaba en sus planes, era ser mamá. Hoy Andrés es una de las personas más importantes de su vida y una de las cosas de las que no se arrepiente. Atravesó el embarazo como uno de riesgo por su condición de discapacidad motora y antecedentes de cadera, pero dio a luz a término y nada le ha impedido hacer su labor de madre normalmente.

Recomienda hacer lo que a uno le gusta, como lo es en su caso la música, a través de ella puede expresar todo lo que siente, y canalizar todas las emociones, sean buenas o malas. Concentrarse en lo que uno disfruta es una de las claves de la superación y de no caer cuando parece que no hay camino.

Aceptar nuestro cuerpo porque es bello y único, es otro de los aprendizajes que Mylenka ha tenido y sobre el que hoy reflexiona. Confesó que durante mucho tiempo no soportaba que le tomasen fotos, odiaba verse en silla de ruedas. Pero hoy se siente linda y sexy, porque esa percepción va más allá del afuera, es un trabajo interno de amor y de sabiduría.

La historia de Mylenka nos ha movilizado, y nos ha hecho pensar que aún cuando parece que todo está perdido siempre hay una pequeña luz de esperanza que activa todo nuestro mecanismo y nos hace actuar.

Rodearnos de personas que nos alientan, nos quieren y nos apoyan también parece ser una clave fundamental para fortalecernos y animarnos a salir al mundo.

Querernos y aceptarnos tal cual somos sin guiarnos por cánones de belleza establecidos y valorar todo lo que nos rodea puede ser muy útil para reforzar nuestra autoestima. Querernos a nosotros mismos es un camino duro, pero sólido.  

¿Conocías a Mylenka Budrovich? ¿Te ha inspirado su historia? Nos gustaría que compartieras un comentario aquí abajo, y que también, si consideras que esta historia pudiese alentar a alguien, ¡no dudes en compartirlo!

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