En estos casos, conviene reducir el consumo de estos alimentos, y no superar los dos cafés suaves al día, o en el mejor de los casos, sustituirlo por descafeinado. Se puede repartir la cantidad de un café en dos, para hacer las bebidas mas suaves, en lugar de tomar uno fuerte. El tiempo medio de metabolismo y permanencia de la cafeína en el organismo es de entre cinco y seis horas, y se elimina por la orina.
Por ello, conviene alejar en el tiempo, la toma de leche, respecto al consumo de café. Otra opción es de que luego de beberlo, tratar de consumir mucha agua para aumentar la cantidad de orina y favorecer la eliminación de la cafeína.
Se tiende a pensar, por ejemplo, que la teína es menos estimulante que la cafeína, pero son sustancias químicamente muy similares y que también puede perjudicar al bebé. Sustituir el té negro por tizanas de hierbas o frutos es una opción (te verde, blanco, rooibos, durazno, manzana, tilo, etc.)
En cuanto al embarazo hay que tener extremo cuidado porque algunas tizanas pueden provocar movimientos en el útero y un posible aborto: te de manzanilla, poleo, romero, boldo, menta, salvia, muérdago, ginseng, frambueza, eucalipto, cardo mariano, caléndula, ortiga, regaliz, marrubio, etc.
Hay que tener en cuenta que todo en la vida consumido en exceso causa algún daño, por lo que se recomienda la moderación incluso en los alimentos considerados "sanos".