Dominar el poder de la mente y tener paz y abundancia

¿Eres dueño de tu mente o tu mente es tu dueña? ¿Quieres aprender a desarrollar el control  y dominio sobre el poder de la mente?

El poder de la mente

Consciente o inconscientemente, lo creas o no, tus pensamientos crean tu vida y te definen. Van por delante a todo lo que ves a tu alrededor. Aunque te parezca que es al revés.

Muy posiblemente lo que tengas muy desarrollado sea esa facilidad para que tus pensamientos fluyan sin tu control y acabas alimentando emociones y pensamientos con todo lo que no quieres en tu vida.

Si no aprendes a gestionar y dominar tus pensamientos en ocasiones se te desmadrarán por completo. Y para colmo estás alimentando lo que no quieres.

Si nunca has hecho un buen training para tonificar, desarrollar y dominar el poder de tu mente esa capacidad será nula. No puedes con ella.

Igual que un músculo que no se ha puesto a fortalecerse nunca. Necesitas desarrollar la musculatura que maneja tu mente.

Sin embargo, no se trata de anular o controlar tus emociones, sino más bien los pensamientos que arrastran a las emociones.

Porque cuando no controlas tu mente tus emociones se te salen de madre. Lo mejor es comenzar a entrenarte cuando las cosas están tranquilas en tu vida. Es más fácil empezar cuando no hay una situación complicada, conflictiva o que te ahogue. (En esta página encontrarás vídeos que te van a ayudar si estás en un momento alborotado emocionalmente).

Si comienzas a entrenarte en situaciones tranquilas, cuando llegue un movimiento difícil, habrás desarrollado cierta tonicidad y dominio del poder de tu mente.

Mi propuesta es la siguiente. Es lo que yo llevo haciendo mucho tiempo y cada vez tengo mayor control llegando a un dominio que nunca pensé que fuera posible en mí.

Observa y coloócate ante cada situación desagradable que te acontece, como una oportunidad para tonificar y fortificar el dominio de tu musculatura mental y así ser dueño/a de los pensamientos que pones en tu cabeza.

Esta capacidad no se desarrolla de la noche a la mañana. Es como tocar un instrumento. Si nunca has aprendido a tocar la guitarra, la coges y si pretendes hacer un punteo bonito, armónico te va a resultar imposible ¿no?. Necesitas comenzar por muy simples y sencillos ejercicios hasta ir desarrollando la habilidad de que tus dedos respondan a lo que les ordenas y cada vez puedes hacerlo más deprisa y com más destreza. Llega un momento en que lo haces automáticamente, sin pensar y entonces puedes poner tu corazón en ese disfrute.

Has de hacer lo mismo con tus pensamientos. Porque tu corazón va tras ellos. Tus emociones van a depender de qué eliges pensar.

3 herramientas para recuperar el poder de tu mente

1 La intención,

2 la atención,

3 la elección.

No podemos controlar lo que pasa en el mundo o lo que pasa en mi vida, pero sí puedo desarrollar la capacidad de elegir cómo vivo cada acontecimiento, cada instante, cada cambio, cada pérdida o ganancia.

Eso sí podemos controlarlo. Aunque es necesario desarrollarlo primero. Podemos entrenarnos, como se entrena un músculo en el gimnasio.

Empieza ahora mismo. Elije  poner toda tu atención, una fuerte intención y foco en observarte cómo reaccionas a cada estímulo que te acontece.

Sólo obsérvate. Sin juzgarte.

Al principio vas a ver que parece tarea imposible. Que la mente va por delante de tu intención. Se te olvida y repites tus patrones de siempre.

No te preocupes. Esto ocurre porque saltan tus pilotos automáticos que tienes programados de tantos años repitiendo esas misams reacciones.

Sigue en el empeño. Sigue insistiendo y recolócatete cada vez que se te haya olvidado y vuelvas a recordar cuál era tu intención.

Lo que no sabes es que cada vez que vuelves a esa intención y atención, cada vez que logras observarte (sin juzgarte) y ralentizar tu reacción o incluso elegir no entrar en ese fuego, aunque sea muy breve, estás debilitando el piloto automático de los circuitos neuronales que saltan sin tu control y van por delante de tí.

Así se empieza a desarrollar la capacaidad y el dominio de tus pensamientos y por lo tanto el control del poder de tu mente.

Esta habilidad de observarte, mantenerte y acabatr pudiendo elegir qué pensar (y por lo tanto qué sentior), pase lo que pase en tu vida, es solo eso, una habilidad, una destreza que hay que aprender a desarrollar.

Así podrás tomar consciencia de si respondes o reaccionas  a las situaciones, y acciones de las personas que te rodean. Porque hay una gran direcencia entre responedr y reaccionar.

Cuando reaccionas no estás en dominio de tu respuesta. La respuesta ha saltado rápidamente y la mayoría de las veces es desmesurada, inadecuada y atrae más de lo mismo: conflicto y violencia.

Allí donde veas que reaccionas es que no estás en el control del poder de tu mente. Lo grave es que todo ese poder de la mente está activo igualmente pero creando en tu contra. Porque la energía que conlleva una reacción es densa, violenta y ya sabemos que toda energía emitida, armónica o disarmónica , atrae más de lo mismo.

Hay muchísimas razones por las que nos interesa desarrollar y recuperar el dominio de nuestra mente.

En este post ( ———) encontrarás más información para entender la diferencia entre responedr y reaccionar.

Cada evento nos da la oportunidad, cual tabla de ejercicios o bicicleta de speening, de entrenar esos músculos emocionales y mentales para que pierdan su debilidad y desarrollemos fortaleza dominante en esas energías que a fin de cuentas comandan la vida.

Ponte a ello.

Merece la pena.

Fuente: este post proviene de Blog para la consciencia, el Amor, la Salud y la M, donde puedes consultar el contenido original.
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