Esta especie es especialmente dañina para la salud humana y debido a su condición microscópica pasa desapercibida. De manera general, se considera que estos animales se alimentan de las células de la piel humana, obteniéndola fácilmente al alojarse en los colchones, objeto para el reposo y el sueño.
Los ácaros del polvo que se alojan en los colchones se sostienen gracias a los cerca de 28 gramos de células muertas que se desprenden de la piel de las personas cada mes.
Estudios científicos realizados demuestran que en un colchón pueden habitar más de dos millones de ácaros, los cuales coexisten con otros insectos como las cucarachas, las polillas, gusanos y escarabajos.
Pero si los ácaros se alimentan de piel muerta, ¿por qué son dañinos para la salud?
No es el ácaro en sí quien puede hacer que una persona se transforme en alérgica; son sus eses las que son capaces de provocar, además, eczemas, asma y rinitis alérgicas. Esto deviene en una preocupación que cada vez toma más fuerza si se tiene en cuenta que es posible encontrar en un colchón alrededor de 40 millones de excrementos; esta cifra para un día.
Durante el otoña y la primavera la presencia de ácaros en los colchones aumenta considerablemente. Sin embargo, es posible eliminarlos si se usa una aspiradora para sacar el polvo del colchón. En este sentido se recomienda emplear una que sea de succión potente y penetre gracias a sus giros cuanto sea posible en el colchón.
Muchos aseguran que la aspiradora Dyson V6 Mattress es adecuada para esto pues posee cepillos motorizados que permiten aspirar de forma constante los ácaros. Asimismo, permite higienizar los bordes del sofá.
También es oportuno quitar las sábanas del colchón y colocar este al sol para que coja aire, pierda polvo y se eliminen los restos de humedad que provoca el sudor durante la noche.
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