Las venas varicosas, comúnmente conocidas como varices, son una enfermedad que tiene repercusiones en la superficie de la piel.
Las venas varicosas son un problema estético (y de salud) que afecta a hombres y mujeres, especialmente a ellas. En este artículo nos centramos en los tratamientos tópicos, es decir, al uso de cremas que pueden ayudar a reducir y a combatir este trastorno. También podemos ayudarnos con suplementos y alimentos para lograr disminuir este problema. Quisiera recordar que para casos más severos será necesario recurrir a la cirugía.
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Lo primero que debemos hacer cuando queremos lidiar con las venas varicosas, es consultar con el médico para profundizar en la gravedad del problema. En la mayoría de los casos, las personas sufren dolencias menores de venas varicosas podrán ser tratadas con cremas y suplementos. En este artículo nos centraremos en este tipo de varices.
Tratamiento no quirúrgico de las venas varicosas
En la mayoría de los casos, las personas que tienen varices pueden tratarlos recurriendo a una o varias de estas “soluciones”:
Cremas para las venas varicosas. Podemos encontrar en el mercado infinidad de cremas. Por lo general están hechas con complejos naturales que ayudan a mejorar la circulación, aliviar el dolor y tonificar y fortalecer las venas. Por ejemplo, la crema de Sesderma que tiene acción tanto venoprotectora como antiinflamatoria.
Medicamentos, especialmente flebotónicos como Daflon, que son capaces de aumentar el tono de la pared de las venas y, por tanto, reducir la sensación de cansancio y la fatiga de los miembros inferiores. Éstos deben tomarse durante dos o tres meses y luego se tiene que descansar porque se pierde el efecto. Aunque siguiéramos tomando Daflon no se absorbe y no
Medias de compresión. Se utilizan para mejorar la circulación sanguínea en las piernas. La mayoría de las personas que sufren de venas varicosas suelen comprar medias elásticas de clase 1 (compresión leve) o Clase 2 (compresión media). Este medias tienen el inconveniente de que se tienen que llevar todo el día puestas y en épocas de calor hacen que sudemos más de la cuenta.
Suplementos naturales y vitaminas.
Trabajan para mejorar la circulación sanguínea, reducir
la inflamación y fortalecer los vasos sanguíneos. No actúan de forma tópica, sino en todo el organismo, a diferencia de las cremas. Tienen una acción más lenta pero más duradera.
De hecho, es aconsejable tomar suplementos como terapia conjunta a las cremas. Uno de los más eficaces del mercado es Fluid ven, un complemento alimenticio a base de extracto de bioflavonoides (Diosmina y Hesperidina), escina de extracto de Castaño de Indias, antocianósidos de extracto de Mirtilo, Ruscogenina de extracto de Ruscus aculeatus y Vitamina C que favorecen a la circulación venosa.
Los citroflavonoides del Citrus sp. (Diosmina, Hesperidina, Diosmetina, Naringina, etc.), presentan una gran acción venotónica. Favorecen el retorno venoso y reducen la fragilidad y la permeabilidad capilar reduciendo así la inflamación.
La escina de las semillas del Castaño de Indias ayudan a contraer las fibras musculares de las paredes venosas favoreciendo la circulación sanguínea.
Las ruscogeninas del Ruscus aculeatus por su efecto venotónico y antiinflamatorio contribuyen a reducir el edema.
Los antocianósidos de los frutos de Mirtilo, por su acción antiedematosa, reducen la pesadez y el dolor de las piernas.
La Vitamina C contribuye a reducir la fragilidad capilar.
También se debe mantener un estilo de vida adecuado. Es decir, hacer de ejercicio de forma regular, no pasar demasiado tiempo de pie, relajarse, poner las piernas elevadas, etc.
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¿Qué remedios caseros podemos usar para las varices?
Entre los remedios más simples y de bajo costo que se pueden preparar en casa, encontramos los que están hechos a base de cremas y ungüentos con caléndula, que se aplicarán de forma local en las venas varicosas de las piernas para reducir su apariencia hinchada.
Con un poco de tiempo y paciencia, se pueden obtener buenos resultados con una crema con aloe vera, zanahoria y vinagre de sidra de manzana (este último se utiliza para mejorar la viscosidad). Es muy fácil de preparar. Se hace un puré de zanahoria y se mezcla con la pulpa de aloe (proporción 1: 1); añadimos el vinagre hasta que alcanza la densidad que prefiramos.
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El secreto de estas cremas naturales reside en la persistencia. Se deben aplicar todos los días durante 10-20 minutos (dependiendo de la composición), y al mismo tiempo tendremos que controlar la dieta y el estilo de vida.
En general se recomienda aplicar este tipo de cremas dos veces al día. Aunque eso dependerá de cada fabricante así que si comprais una crema natural que ya esté preparada recordar siempre preguntar cómo tenéis que aplicarla.
Mundo Natural: Varices y piernas cansadas – 05… por libertaddigitaltv
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