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Es una rara relación la del hambre con el alcoholismo, pero según investigaciones se hallaron vínculos entre la proteína que controla la necesidad de comer y las células cerebrales relacionadas con el desarrollo del alcoholismo.
Este estudio centró toda su atención en el péptido grelina, (conocido por estimular la necesidad de comer), y se llego a la conclusión que cada vez hay más evidencia de que los sistemas de péptidos son también factores críticos en el consumo excesivo de alcohol.
Pudiendo bloquear la actividad de la glerina en la región cerebral llamada el núcleo central de la amígdala, se podría disminuir o eliminar la ansiedad sentida por los alcohólicos.
“Como el alcohol afecta muchos sistemas en el cerebro, no será una sola pastilla la que aliviará los múltiples y complejos aspectos de la enfermedad. Por eso estudiamos el alcoholismo desde distintos ángulos, para entender los distintos blancos del cerebro involucrados”, explica el equipo de esta investigación.
Es importante que se tenga en cuenta este estudio para nuevas terapias dirigidas a tratar el alcoholismo, con el pasar del tiempo se convertirá en un punto clave para los diferentes tratamientos que se manejan contra este problema de adicción.
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