La psoriasis es crónica y se puede reconocer fácilmente. Si tienes lesiones escamosas, inflamadas y de tono rojizo en los codos, rodillas, cuero cabelludo, abdomen, espalda, uñas..., lo más probable es que te diagnostiquen esta enfermedad.
Hablando de psoriasis, cada persona es un mundo y se establece una clasificación en función de la gravedad de los síntomas y las lesiones.
Para que sepáis diferenciar el tipo de psoriasis que tenéis os resumo la clasificación:
- Psoriasis vulgar.
- Psoriasis en gotas.
- Psoriasis eritrodérmica.
- Psoriasis pustulosa generalizada.
- Psoriasis pustulosa localizada.
- Psoriasis invertida.
- Psoriasis del cuero cabelludo.
No es grave, es decir, nuestra salud no corre riesgo por padecerla, sin embargo, los casos más extremos pueden llegar a suponer un problema y acarrear graves complejos.
Consiste en un defecto en el sistema inmune y no tiene una causa única, aunque el factor hereditario es uno de los más comunes.
Suele desarrollarse entre los quince y los treinta y cinco años, también pueden ser desencadenantes los traumatismos, las infecciones, ciertos fármacos, factores psicológicos, climáticos, metabólicos o endocrinos.
Posiblemente vuestro dermatólogo os recomiende tomar el sol con moderación, incluso algunas sesiones de rayos uva; nadar en el mar; no tapar las heridas; utilizar productos hidratantes que contrarresten la sequedad de las lesiones; beber mucha agua...
Aconsejo evitar comer carnes grasas, el alcohol o el tabaco, así como el estrés siempre que sea posible.
A nivel tópico, podemos utilizar diferentes productos pero siempre tras acudir a un especialista médico que sabrá que es lo que conviene para cada caso específico.
Os dejo este vídeo en el que nos muestran algunos remedios caseros para tratar la psoriasis:
Porque cuidarse es, hoy más que nunca, facilisimo.com.
(Fuente: Wikipedia)