La papaya, entre muchos otros beneficios, nos ayuda a proteger el sistema digestivo.
La papaya es una gran aliada para nuestra salud. Su consumo va incrementándose en nuestra sociedad aunque no es de las frutas que más se consuman. Hay que decir que es ideal para evitar que los estrógenos se acumulen en el cuerpo y que incluso puede servir para neutralizar ciertos tóxicos en cuanto al metabolismo hormonal se refiere. A parte de ser un excelente antioxidante natural. Yo siempre digo que, sobretodo las mujeres, deberíamos aprender a valorar su aportación para nuestra salud e incluir este manjar a nuestra mesa.
Veamos qué contiene esta fruta. En primer lugar cabe destacar una importantísima cantidad de agua (88%). Su contenido energético es bastante reducido, tanto en hidratos de carbono como en proteínas o en grasas. La mayor parte de sus hidratos de carbono está formado por azúcares: sacarosa, glucosa y fructosa.
Sin embrago destacaría sus niveles en vitaminas ya que, 100 g de la pulpa de papaya representan el 103% de las necesidades diarias de vitamina C, el 18% de las de vitamina A y, en cuanto a las del grupo B, están todas presentes (salvo la B12) en cantidades pequeñas, salvo la B9, siendo una de las frutas más ricas en ésta.
En cuanto a minerales se refiere, es rica en potasio, conteniendo cantidades apreciables de calcio, magnesio, fósforo y hierro.
Otra de sus grandes cualidades es su contenido en fibra vegetal de tipo soluble (pectina) lo que facilita, entre otras cosas, el tránsito intestinal.
Por último señalar su contenido en pectina, una enzima proteolítica que deshace las proteínas, similar a la pepsina contenida en el jugo gástrico.
Sobre todo es una fruta fácil de digerir que contribuye a facilitar el paso de los alimentos por el conducto digestivo.
Composición:
Por cada 100 g de parte comestible cruda
Energía 39,0 Kcal = 161 Kj
Proteínas 0,610 g
Hidratos de Carbono 8,01 g
Fibra 1,80 g
Vitamina A 175,0 mcg
Vitamina B1 0,027 mg
Vitamina B2 0,032 mg
Vitamina B3 0,471 mg EN
Vitamina B6 0,019 mg
Vitamina B9 38,0 ug
Vitamina B12 —
Vitamina C 61,8 mg
Vitamina E 1,12 mg EaT
Calcio 24,0 mg
Fósforo 5,00 mg
Magnesio 10,0 mg
Hierro 0,100 mg
Potasio 257 mg
Zinc 0,070 mg
Grasa total 0,140 g
Grasa saturada 0,043 g
Colesterol —
Sodio 3,00 mg
Enfermedades en las que su uso puede hacerse recomendable:
Aparato Digestivo: Acidez gástrica (pirosis). Colitis. Colon irritable. Crohn. Dispepsia. Diverticulosis. Estreñimiento. Gastritis. Hernia de hiato. Infecciones intestinales. Parásitos intestinales. Úlcera gastroduodenal.
Trastornos de la Piel: Acné. Dermatitis. Eccemas. Psoriasis.
Pancreatitis.
Datos a tener en cuenta:
Para los trastornos del estomago y el intestino combina muy bien con patata, avena, zanahoria, tapioca, chucrut, chirimoya, pera, uva, higos, col, okra, aceite de oliva, fibra, algas, germinados, cereales integrales, calabaza, calabacín, puerro, lechuga, papaya y ajos.
Para los trastornos de la piel combina muy bien con leche de soja, hortalizas, alcachofa, apio, aceite de onagra y melaza.
Contraindicaciones y Efectos secundarios: Intolerancia a cualquiera de sus componentes.
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