Cada día se ve a más personas, ¡y más jóvenes!, con la espalda curvada. El sostener el teléfono móvil todo el día no ayuda, desde luego. Lo que la mayoría de las personas no acaban de entender es que tener la espalda encorvada puede causar varios problemas y molestias en el cuerpo. La falta de ejercicio físico acentúa el problema.
Aquí hay algunos problemas comunes asociados con una postura encorvada:
Dolor de espalda
La curvatura excesiva de la columna vertebral puede generar tensión y estrés en los músculos de la espalda, lo que resulta en dolor crónico. Esta tensión puede afectar tanto la parte superior como la inferior de la espalda.
Rigidez muscular
Una espalda encorvada puede llevar a la rigidez muscular en la zona afectada. Los músculos pueden volverse tensos y acortados debido a la mala postura, lo que puede limitar la movilidad y causar molestias.
Problemas respiratorios
La mala postura puede afectar la capacidad pulmonar y la respiración. Al encorvarse, los músculos respiratorios no se expanden y contraen adecuadamente, lo que puede dificultar la respiración profunda y eficiente.
Fatiga
Mantener una postura incorrecta durante largos períodos puede provocar fatiga muscular. Esto puede deberse a la tensión constante en los músculos de la espalda y los hombros, lo que resulta en una mayor demanda de energía para mantener la postura incorrecta.
Problemas digestivos
Una mala postura puede comprimir los órganos internos, lo que puede afectar la digestión. La presión ejercida sobre el estómago y los intestinos puede causar acidez estomacal, indigestión y otros trastornos digestivos.
Cambios en la apariencia física
Una espalda encorvada puede afectar la apariencia física, dándole un aspecto encogido y encorvado. Esto puede afectar la confianza y la autoestima de una persona.
Para evitar o mitigar estos problemas, es importante trabajar en corregir la postura y fortalecer los músculos de la espalda. El ejercicio regular, incluyendo el fortalecimiento del core y los músculos de la espalda, puede ayudar a mejorar la postura.
También es recomendable mantener una buena ergonomía en el trabajo y en otras actividades diarias, evitando estar sentado o de pie en la misma posición durante períodos prolongados. Si experimentas molestias significativas o dolor crónico debido a una espalda encorvada, es aconsejable consultar a un profesional de la salud, como un fisioterapeuta o médico, para recibir un diagnóstico adecuado y un plan de tratamiento personalizado.
Por suerte, puedes hacer algo para corregirlo. Estos 3 ejercicios te ayudarán a eliminar la odiada curvatura.