No seas como los necios que se imaginan un Dios lejano, sentado en un trono de oro.
No lo busques en las nubes ni en las estrellas, que en esas alturas no puedes encontrarlo.
El está en ti, y te habla en silencio, con la voz de la conciencia.
Procura descubrirlo, viviendo con un corazón limpio y amando a todos como te amas a ti mismo.
¿Vulnera este post tus derechos? Pincha aquí.
Creado: