Los resultados obtenidos, publicados en 'JAMA Otolaryngology Head & Neck Surgery', señalan que el 66 por ciento de los pacientes que acudieron a los servicios de urgencias por perforación del tímpano se había lastimado al introducir algún instrumento en el oído. Y de ellos, casi la mitad utilizó bastoncillos de algodón. Haciendo zoom al estudio, se observa que son los niños menores de cinco años, con un 86 por ciento, los que presentaron mayor número de lesiones en el tímpano.
El tímpano es una estructura que transmite sonidos desde el oído externo a los huesos dentro del oído, por lo que cuando se perfora su membrana puede provocar una pérdida importante de audición. Y eso es lo que ocurre en ocasiones cuando se usa un bastoncillos para limpiar el oído y se acaba empujando la cera dentro del oído.