El día mundial del linfoma, es una fecha muy especial y poco celebrada en el mundo. El cáncer ha dejado de ser un desconocido. Todo el mundo tiene una noción aproximada de lo que significa este concepto y de las consecuencias que tiene para la salud. Las diferentes organizaciones, las políticas de salud pública y los medios de comunicación se han encargado de que así sea, siendo la información valiosísima en un trastorno que rara vez se puede prevenir. Sin embargo, todavía hay mucha gente que desconoce muchas de sus características. Por ello, y porque el diagnóstico precoz es esencial para la curación, en el IV Día Mundial del Linfoma se quiere ahondar en la importancia de dar a conocer la enfermedad.
'Juntos por la vida' ha sido el lema escogido por la Asociación Española de Afectados por Linfomas (AEAL) en la celebración del evento. Una frase que evidencia lo que se quiere conseguir: que las personas sepan qué significa padecer este tipo de cáncer y que, a su vez, comprendan que hay esperanza y muchas posibilidades de curación.
Un día señalado
Hace cuatro años se eligió el día 13 de septiembre como símbolo de unión para aquellos que se enfrentan día a día al linfoma. En esta cuarta edición, el evento celebrado en la plaza del mercado madrileño Puerta de Toledo de la mano de la AEAL, ha contado con la participación de numerosas autoridades de diferentes ámbitos y con la presencia de Shaila Dúrcal como madrina de honor. El propósito del acto es intentar acercar lo que significa padecer este tipo de tumor a la sociedad.
Begoña Barragán, presidenta de la asociación, asegura que "desde AEAL queremos prestar atención un servicio de atención, de ayuda médica y psicológica y de información al paciente y a sus familiares. La importancia de organismos como éste es imprescindible, sobre todo en una enfermedad en la que prima el diagnóstico y el tratamiento lo más temprano posible, y de la que se estiman que se diagnostican unos 7.000 casos en España al año.
?Qué es un linfoma?
Con esta pregunta empezaron su campaña de divulgación informativa, poniendo de manifiesto que la mayor parte de los españoles no sabía el significado de dicha palabra. El linfoma es un tipo de cáncer que ataca al sistema linfático, que es donde se producen los glóbulos blancos de la sangre, responsables de curar las infecciones que podemos sufrir a lo largo de nuestra vida. El doctor Manuel Constenla, miembro de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), nos explica que no se sabe exactamente la causa de los linfomas, se han dado casos en África debidos a una infección por virus, pero todavía no se conoce el motivo de su aparición". No obstante, el doctor ratifica que "los pacientes con inmunodepresión por VIH o los que han necesitado de una larga medicación para evitar el rechazo de un transplante, son los que están más en riesgo de padecerlo".
Se estima que hay unos 35 tipos de linfoma, pero que se suelen clasificar en dos grandes grupos: los linfomas Hodkin y los no Hodkin. El más frecuente es el no Hodkin, que a su vez "se divide en alto grado y bajo grado, una tipificación que guarda relación con la rapidez con que se multiplican los tumores", resume Constenla. Este linfoma tiene menores índices de curación con respecto al Hodkin, situados en torno a la mitad de los casos diagnosticados. Los afectados por linfoma tipo Hodkin tienen unas esperanzas que "rondan el 90%, dependiendo siempre de la situación del paciente", asegura el especialista.
Tratamientos cada vez más exitosos
El linfoma desarrolla unos síntomas que se suelen confundir con los de otros trastornos, por lo que su diagnóstico puede llegar a ser bastante difícil. Normalmente, lo primero que se experimenta son "inflamaciones en los ganglios linfáticos, sudoración en exceso y un cansancio inusual", advierte el oncólogo. "No obstante, los síntomas varían mucho de un paciente a otro, por lo que no se puede hacer una diferenciación clara", añade el doctor. A estos síntomas también podrían sumarse dolores de cabeza, sarpullidos o picor de la piel, distensión abdominal e incluso fiebre y pérdida de peso.
A la hora de enfrentarse a este cáncer lo primero que se debe de saber es de qué tipo se trata y estudiar la extensión del tumor. El doctor Miguel Ángel Canales, hematólogo del hospital madrileño de La Paz, comenta que "el tratamiento es diferente según el caso, pero normalmente se combinan sesiones de quimioterapia y radioterapia dependiendo de los órganos que estén afectados por la enfermedad". Otro tratamiento válido y que cada vez es más popular, agrega Canales, "son los anticuerpos monoclonales, unas proteínas que son capaces de identificar los linfocitos afectados y eliminarlos".
Estos nuevos tratamientos han demostrado aplicarse con un éxito bastante importante, teniendo menos efectos secundarios que la quimioterapia, aunque normalmente se suelen combinar con ésta. Gracias a avances médicos como este, los linfomas más agresivos están alcanzando unos porcentajes bastante altos de curación, consiguiendo devolver la calidad de vida a muchos pacientes.
Más información: Asociación Española de Afectados por Linfomas (AEAL)