Hace escasas semanas fue publicado en la revista de medicina americana Neurology, un artículo en el que quedó demostrado que existe una relación directa entre el envejecimiento cerebral y la ingesta de una porción de verduras de hoja verde al día, sumándose a otros métodos ya conocidos como ejercitar físicamente el cuerpo o jugar a videojuegos.
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En dicho artículo se reveló el resultado de un estudio realizado a 960 personas con una edad media de 81 años, a las cuales se les llevó un seguimiento durante 4,7 años. En este tiempo se les animó a completar una serie de cuestionarios donde se les preguntaba con qué frecuencia ingerían ciertos alimentos, entre otras preguntas. Además se les separó en cinco grupos, según la cantidad de raciones que comían, siendo el grupo de mayor ingesta los que tomaban 1,3 porciones al día y 0,1 los que menos tomaban. Se consideró una porción a 125 gramos de espinacas, col o judías verdes y 250 gramos de lechuga.
Los resultados del estudio realizado a partir de los cuestionarios demostró que aquellos participantes que estaban en el grupo de mayor ingesta retrasaban el envejecimiento de su memoria y habilidad cognitiva en 0,08 unidades estandarizadas por año, frente a las 0,05 unidades del grupo de menor ingesta. Una diferencia equivalente a 11 años de envejecimiento cerebral.
Según la autora de este trabajo, Martha Clare Morris, es necesario añadir este tipo de alimentos a la dieta ya que la estadística denota un importante incremento en el porcentaje de personas con demencia. Añadió también que el estudio no muestra una evidencia de que la verdura de hoja verde retrase el envejecimiento cerebral, pero si demuestra que existe una asociación.
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