Cómo aprovechar los huesos y rabitos de las cerezas
Empecemos por los huesos
Algo muy importante a tener en cuenta es la composición del hueso. Dentro del hueso se encuentra una semilla que contiene compuestos glucósidos cianogénicos. Al ingerirlos, estos compuestos se transforman en cianuro de hidrógeno, uno de los venenos más potentes y de acción más rápida conocidos.
Dicho esto, y dando gracias a la naturaleza que es muy sabia, cuando ingerimos los huesos de la cereza es imposible que estos se abran o se rompan. A la vez que no son digeridos por nuestro aparato digestivo, siempre serán expulsados de manera natural.
Teniendo en cuenta lo anterior, sigamos con la manera de aprovecharlos.
El hueso de cereza puede retener muy bien tanto el frío como el calor y a su vez desprenderlos gradualmente. Por eso es que resultan en un producto económico para la elaboración de cojines o saquitos térmicos.
El primer paso para elaborar un saquito térmico sería una profunda limpieza de los huesos. Esto se consigue fácilmente hirviéndolos en una olla con agua y un chorro de vinagre. Cuando vemos que ya comienzan a soltarse los restos de cereza en los huesos, los sacamos y extraemos cualquier resto que puedan tener y, a continuación, los ponemos a secar.
El saquito o cojín que rellenaremos con los huesos lo podemos comprar ya hecho o, si eres una manitas, puedes elaborar uno tú misma. Existen tutoriales en YouTube que nos guían paso a paso por el proceso.
Una vez terminado el cojín o saquito térmico, lo podemos calentar un minuto en el microondas para aliviar dolores musculares.
Si lo que deseamos es usarlo para los dolores de cabeza, aliviar torceduras o golpes, lo metemos en la nevera o congelador, envuelto en una bolsa de plástico.
Vamos con los rabitos
Con ellos podemos prepararnos una infusión drenante.
Antes de poder utilizarlos para este fin, debemos dejarlos secar durante un par de días.
La preparación de la infusión es la de toda la vida: hervimos agua, la vertemos en una taza y añadimos los rabitos. Tapamos la taza y lo dejamos reposar durante unos 10 minutos. Se puede añadir cualquier edulcorante al gusto.
Como podemos ver, de la cereza se puede aprovechar todo.
Propiedades de las cerezas
Para finalizar, cabe resaltar algunas de las propiedades de esta deliciosa fruta.
- Abundantes en hidratos de carbono y pobre en grasas y proteína. Aportan pocas calorías, como unas 59 por 100 g.
- Contiene vitamina C, betacaroteno y provitamita A, vitaminas B1 y B6, y ácido fólico que ayuda a la formación de glóbulos rojos.
- Alto contenido en potasio: 210 mg/100 g. El potasio permite que los nutrientes en las células fluyan y favorece la eliminación de líquidos.
- Contiene un 2% de fibra, por lo que se le atribuye un efecto laxante.
¡Aprovechemos la temporada de cerezas al máximo!
¡Hasta pronto!