Muchas patologías son tratadas usando inhaladores o aerosoles, aunque las más frecuentes son, sin lugar a dudas, el asma bronquial y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). Es muy importante conocer el uso correcto del inhalador ya que, en caso de no hacerlo, no llegaría a los pulmones la dosis de medicación necesaria y el tratamiento podría no ser lo suficientemente efectivo.
Tipos de inhaladores más comunes
Los inhaladores pueden dividirse en dos grandes grupos principalmente en función de la forma en la que se encuentra el medicamento en su interior: inhaladores presurizados e inhaladores de polvo seco.
Los inhaladores presurizados son los más comunes, quizás porque llevan varias décadas en el mercado, y se caracterizan por contener un cartucho presurizado de aluminio en cuyo interior se encuentra el medicamento en suspensión ya mezclado. Entre sus ventajas destacan que son ligeros y portátiles y que ofrecen la dosificación exacta. Sin embargo, la técnica de inhalación es difícil, sobre todo para niños y ancianos.
Por su parte, los inhaladores de polvo seco, como su propio nombre indica, se caracterizan por contener el medicamento en forma de polvo seco en su interior. En este caso, su principal ventaja es que, además de ser ligero y portátil y generalmente ofrecer una dosificación exacta, no es necesario una sincronización a la hora de administrar el medicamento si no que se usará la fuerza de la respiración para hacer llegar la medicina hasta los pulmones. Aunque existen muchos tipos de inhaladores dentro de este grupo, los más utilizados son principalmente dos: los que utilizan el sistema accuhaler y los que utilizan el sistema turbuhaler o turbohaler.
Cómo utilizar un inhalador
En los siguientes vídeos se muestra cómo utilizar paso a paso un inhalador clásico presurizado y un inhalador de polvo seco que utiliza el sistema turbuhaler o turbohaler, uno de los más comunes:
Es muy importante no olvidar enjuagarse la boca después de cada administración (expulsando el agua, nunca tragándola) para eliminar los restos de medicamentos que pudieran haberse quedado en la boca y que podría ocasionar algunos efectos secundarios nocivos para la salud.
Cámaras de Inhalación
Las cámaras de inhalación o aerocámaras están especialmente indicadas para bebés, niños o personas mayores que tienen dificultades a la hora de tomar la medicación a través de un inhalador presurizado ya que la principal ventaja de este aparato es que la maniobra de inhalación se divide en dos pasos: el disparo con la medicación y la inhalación. Sin embargo, al tratarse de un objeto de cierto volumen no es fácil ni cómodo de transportar.
A continuación se muestra a través de un vídeo cómo utilizar correctamente una cámara de inhalación para niños o adultos:
Limpieza de aparatos
Es muy importante mantener en perfecto estado tanto los inhaladores como las cámaras de inhalación en caso de necesitar usarlas para lo que habrá que limpiarlos por lo menos una vez a la semana de la forma más adecuada.
En el siguiente vídeo se muestra cómo llevar a cabo esta limpieza:
Imágenes (por orden de aparición): noii's/Flickr, NIAID/Flickr y fred_v/Flickr.