Cómo Perder la Vergüenza: Estrategias para Superarla y Recuperar la Confianza en Uno Mismo.

¿Qué es la vergüenza?

En este artículo vamos a ver cómo perder la vergüenza, pero para ello vamos a explicar en qué consiste exactamente esta emoción.

La vergüenza es una emoción autoconsciente, que surge de la sensación de que hay algo deshonorable, inmodesto o indecoroso en una conducta o circunstancias propias.

Asimismo, es un sentimiento de humillación que surge con la percepción de que nuestros actos o los ajenos, han sido incorrectos. Es común sentir vergüenza tanto por algo indebido que haga un conocido/familiar como por uno mismo.

Una de las características que tiene esta emoción es la reacción instantánea de evitar las relaciones sociales. En algunos casos puede aparecer la ira e incluso una actitud represiva.

La vergüenza como emoción

La vergüenza es una emoción secundaria natural. Está vinculada a la autoestima y nos lleva a esconder nuestros fallos cuando pensamos que no estamos actuando de manera correcta.

A pesar de que a todos nos gustaría aprender cómo perder la vergüenza, deberíamos saber que la principal función de esta emoción es la de regular el comportamiento humano.

Para aprender cómo perder la vergüenza, habría que combinar el cambio de pensamientos/creencias con el cambio de conducta. De no hacer una modificación en estas dos áreas probablemente no se producirá ningún cambio.

La vergüenza impulsa el sistema nervioso parasimpático, encargado de inhibir las conductas desacertadas. Unido a esto, la emoción de la vergüenza se activa debido a:

Miedo al fracaso/a no ser aceptado/equivocarnos.

Falta de identidad.

Traumas infantiles.

Bloqueos emocionales.

Perfeccionismo/expectativas muy altas.

Inseguridad ante las relaciones sociales.

Exceso de vulnerabilidad, etc.

La vergüenza en la sociedad: Explorando su rol y su efecto en las relaciones interpersonales.

Necesitamos aprender cómo perder la vergüenza. Pero debemos saber que cuando se violan las normas sociales, la emoción de la vergüenza nos da un aviso apareciendo.

Cuando esto sucede se suele buscar la manera de huir de esta situación. Esta respuesta es innata y ayuda a la supervivencia.

A través de algunos de sus sinónimos (humillación, deshonra, infamia, indecencia) podemos ver que la vergüenza, socialmente, se relaciona con algo negativo cuando en realidad, muchas veces es algo normal y natural.

Por ejemplo, cuando conocemos a alguna persona es natural sentir miedo y vergüenza ya que no sabemos nada de su personalidad.

Por tanto, hay que recordar que, aunque se quiera aprender cómo perder la vergüenza, esta no tiene por qué ser siempre patológica.

Sentir vergüenza de uno mismo.

Cuando se piensa en “el qué dirán”, generalmente se produce ansiedad. Esto en la mayoría de las ocasiones está relacionado con la inseguridad propia.

Si empiezas a plantearte que actúas peor que el resto de las personas de tu alrededor aparece la vergüenza.

La sensación de estar haciendo las cosas mal nos crea inseguridad, en parte porque buscamos la aceptación de los demás.

Terapia contra la ansiedad

¿Cómo pierdo la vergüenza?

Para aprender cómo perder la vergüenza, los expertos nos recomiendan autorregularnos emocionalmente y para ello vamos a seguir tres pasos:

Observación de uno mismo. Vamos a contemplar nuestro comportamiento.

Juicio. Comparamos nuestro comportamiento con el de las otras personas. Es decir, con los estándares que consideramos correctos y aceptables de los demás.

Auto respuesta: en base al juicio que hayamos hecho, nos damos una respuesta. Y esta será:

Positiva: si consideramos que hemos hecho la tarea mejor que los estándares. Y en este caso nos sentiremos bien con nosotros mismos. Aumenta nuestra autoestima.

Negativa: Si creemos que la tarea desempeñada es peor que el estándar y entendemos que el resultado de nuestras acciones genera perjuicio a otros. Aparecerán las emociones negativas como la vergüenza o la culpa.
Para aprender cómo perder la vergüenza, lo más importante es gestionar esta emoción. Es fundamental no caer en el aislamiento social o en la autocritica destructiva que nos provocaría una pérdida de la autoestima.

Los gestos de las personas tímidas y su relación con la vergüenza.

Si queremos aprender cómo perder la vergüenza, debemos saber que nuestro cuerpo manifiesta una serie de síntomas fisiológicos. Algunos de ellos son:

Tensión en los músculos.

Coloración rojiza en la cara.

Brazos caídos.

Necesidad de huir del lugar en el que estamos.

Temblores.
De igual manera, antes de aprender cómo perder la vergüenza tenemos que señalar algunos síntomas psicológicos:

Incomodidad.

Apariencia cohibida.

Conducta asustadiza.

Nerviosismo.

¿Cómo superar la vergüenza? Ejercicios prácticos.

Vamos a ver algunos ejercicios prácticos para aprender cómo perder la vergüenza:

Aceptación: Tenemos que saber que todo el mundo puede sentir vergüenza. Intentar aceptarla como lo que es, una emoción normal y como toda emoción nos ayuda a adaptarnos a nuestro entorno social.

Identificación: Hacer un listado de las situaciones en las que siento vergüenza. (hablar en público, haciendo determinades actividades por miedo a no hacerlo bien, a mostrar mis opiniones). La toma de conciencia de las situaciones que provocan vergüenza hará que se aborden de forma mas adaptativa y no generarán tanto malestar.

Relaciónate con personas extrovertidas: Si nos rodeamos de personas que no dan valor a lo que piensen los demás seguramente imitaremos estas conductas. Inscríbete a clases de teatro, baile, deporte, etc. La clave está en relacionarte con personas que no se preocupen por lo que hacen o piensen sobre ellas.

Trabaja tu autoestima: cuidado con tu diálogo interior. La vergüenza tiene su origen, en algunas ocasiones, en una autoestima muy baja o en un diálogo interior poco compasivo. Cambia tus reproches por palabras más amables.

Exposición: las terapias de exposición son muy eficientes. Si quieres perder la vergüenza es necesario que te expongas de forma progresiva. Empezando por las situaciones que te causen menos vergüenza y aumentando de forma gradual a las que mayor vergüenza te generen.

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